Y sí, el pasado miércoles 8 la mismísima Bombonera decidió vestirse de gala y lucir divina de la muerte para acoger a los amigos conocidos que no dudaron en acudir, todos a una, a dar la cara por el teatro. Resistidos y desconfinados, exultantes y efervescentes, llenamos, llenaron, hasta el último centímetro posible para dejar claro que aquí, Y estamos de vuelta y sin vuelta atrás.
Como en una canción de Karina el aire era de fiesta y, conscientes, Nacho López, Bart Santana y Fran Nortes salen como una exhalación, rompen aguas y desatan su afilada vis cómica para servir en bandeja de plata el excelente texto de Nortes sobre niños perdidos que van de sobraos y se creen peterpanes de vuelta de todo cuando aún no han empezado la ida.
Como es su costumbre Gabriel Olivares afina al reparto y al espacio escénico para que adquiera la precisión de minúe para que refulja este elaborado y valioso juguete cómico sobre las desventuras de tres cuarentones atolondrados y aturullados en pleno desconcierto del Primer Mundo del siglo XXI.
Así, como si la seño hubiera salido un momento de clase y hubiera pedido que se quedasen quietos – López, Santana y Nortes no hacen ni caso y se abalanzan los unos sobre los otros para tocarse los karmas, bailarse unos valses de la mariposas y discutir por lo único que, en palabras del gran Danny Daniel, merece la pena: por el amor de una mujer.
Y el público – cómplice y correveidile de la diversión que se le ofrece – se dedica a disfrutar a lo grande dejando bien claro que una mascarilla no es ni una mordaza, ni un bozal que obligue a detenerse o a recluirse y a sí lo demuestra uniéndose a los actores que, desde el escenario, convocan a los Tricicle mientras cantan una canción del gran José Luis Perales.
Ya saben, el tipo aquel que llamo a su velero Libertad.
Y así, de la mejor manera posible, empieza la nueva singladura.
¡Bon voyage!
Luis De Luis
Crítico teatral
Ficha artística
Reparto
Nacho López, Bart Santana y Fran Nortes
Dramaturgia
Fran Nortes
Dirección
Gabriel Olivares