¿Cómo ver sin ojos?
¿Cómo oír sin oídos?
Entonces, ¿Cómo pensar sin palabras?
O, aún más, ¿cómo sentir sin palabras?
¿Y sin palabras, y sin un lenguaje…?
Tengo para mí que Rakel Camacho se ha hecho una y otra vez las mismas o parecidas preguntas a la hora de llevar a las tablas el texto que ha escrito junto a David Testal sobre la legendaria y conocida relación entre Anna Sullivan (como maestra y mentora) y Helen Keller (su sordociega alumna y protegida).
Y, tengo para mí, que ha encontrado la mejor (la única) solución: hacer estallar el escenario contando con la complicidad de Eva Rufo (que se vuelca en una Keller intensa y devota, obsesa y emocional) y Esther Ortega (quien compone a una Anna Sullivan vehemente y concernida, firme y concernida).
Alrededor de ellas orbitan el sonido, el color, el agua, la tierra, la penumbra y la luz, mientras Esther Ortega, infatigable, abre la piel de Eva Rufo para que, poro a poro, se despoje de su aislamiento y pierda su soledad mientras dan la cara al público que asiste, asombrado, a un alumbramiento o, lo que es mejor, a todo un renacimiento lleno de honradez y verdad.
Luis de Luis, crítico de teatro.
Teatro de La Abadía. Fernández de los Ríos, 42. Madrid.
Hasta el 3 de octubre. De martes a sábado, a las 20:30 horas.
Domingos a las 20:00 horas.
Ficha artística
Reparto
Eva Rufo
Esther Ortega
Dirección: Rakel Camacho
Dramaturgia: Rakel Camacho y David Testal
Idea original: Eva Rufo
Espacio escénico: José Luis Raymond
Diseño de iluminación: Javier Ruiz de Alegría
Videoescena: David Martínez
Música y espacio sonoro: Miguel Gil
Diseño de vestuario: José Luis Raymond e Igone Teso
Movimiento: Julia Monje
Una producción de Producciones Rokamboleskas en coproducción con Teatro de La Abadía y Hugo Álvarez Domínguez