Marina Heredia nació en Granada, en el Albaycín. Es hija de Jaime Heredia El Parrón quien se confiesa hermano de alma de Enrique Morente. Marina tiene una de las trayectorias artísticas más versátiles, internacionales y asombrosas de la actualidad. Adora a su padre pero aprendió temprano a volar libre, sin pesos heredados.
Marina Heredia presentó en la Sala Verde de los Teatros del Canal su ya rodado espectáculo «Garnata». Compartió protagonismo con José Quevedo Bolita, guitarra jerezana de tronío. Con el gran Paquito González en la percusión, con Anabel Rivera y Fita Heredia en los coros y palmas. Inconmensurable colaboración de El Parrón y otro gran veterano, Curro Albaycín. Un espectáculo dedicado a Granada y a Enrique Morente con momentos llenos de emoción. Por no hablar de una perfecta puesta en escena, armonía compositiva, iluminación, sonido.
Primero salió a escena El Parrón, el amigo íntimo albaycinero de Morente, con una toná que ya fue toda una declaración de intenciones. Luego Marina enfundada en un traje – túnica negra con cenefas doradas en los bordes, elegantísima y apropiada para ese principio de concierto que conectaba directamente con aquella desaparecida «Garnata» que por avatares de la historia dio paso a Graná. Y fue con Garnata, romance y petenera seguidos de una granaína y media, que ella hizo sonar como si una princesa nazarí rasgara las noches de la Alhambra con su quejío. Marina es mucha Marina, por eso canta donde canta, en los teatros y foros culturales de mayor prestigio de Europa y resto del mundo.
Luego llegaron los recuerdos de Morente, el agradecimiento de Marina a su maestro y la emoción para nada contenida de su padre El Parrón y del otro veterano albaycinero, Curro Albaycín. Los dos sacaron recuerdos de vivencias comunes con el granaíno más grande, incomprendido entonces, como todos los renovadores desde los tiempos de Hipatia de Alejandría e incluso antes.
Está pasando ahora con Rosalía, que hasta la acusan de ¡apropiación cultural gitana! Pues el gitano Morente, ¿se apropió de toda la cultura étnica afroamericana? ¿o de los grandes poetas? Hay gente para todo y siempre la habrá, mientras exista la envidia.
Los recitados de Curro Albaycín salpicados con cantes del Parrón fueron uno de los hitos de la noche. Marina los quiso ahí, para acercar a Morente a escena, con los amigos presentes de su quinta. El Parrón por soleá y Curro con la seguiriya gitana de García Lorca: Empieza el llanto de la guitarra / se rompen las copas de la madrugá / empieza el llanto de la guitarra /que es imposible callarla. Y más, seguiriyas del Parrón y concierto de guitarra solista de José Quevedo el Bolita. ¡Vaya primera parte!
Para la segunda parte Marina se vistió de rojo y empezó por alegrías, siguieron tientos, tangos de Graná y fandangos del Albaycín. Qué maravilla esa voz grave de Marina, que brilla en los agudos y hace casi llorar en los susurros. Voz y movimiento integrados, se llevan la una a los otros y viceversa en armonía perfecta.
No me resisto a poner aquí otros versos cantados por Marina turnándose con los recitados de Curro Albaycín, porque llegaron y siempre llegarán al alma: Que me daba el aire, sí /que me daba el aire, no / camino del Albaycín/ al laíllo del corazón./ Yo me quisiera morir /en una noche de octubre /a los pies del Albaycín.
Faltaba para rematar la caña de Graná, las bulerías, los tanguillos y la copla por bulerías. Con un final donde todos participaron, en el que Curro Albaycín se arrancó a bailar y se marcó un tango de tronío.
Fue un paseo por Granada desde la historia, desde la grandeza nazarí, pasando por el elogio emocionado al maestro Morente, hasta la realidad gozosa de Marina Heredia.
