La segunda gala de la SFJ nos dejó una noche para no olvidar, que se inició con un concierto de guitarra de la artista serbia Andjela Misic; la cantaora granadina afincada en Sevilla Esperanza Garrido y la bailaora madrileña Nerea Carrasco.

Andjela Misic, en concierto solista de guitarra, sorprendió muy gratamente (a quienes no la conocíamos) por su técnica depurada, la limpieza de su toque, su enorme personalidad artística a sus jovencísimos veintiún años. Por qué no decirlo, su belleza, externa e interna, su finura facial y corporal exquisitas.

Andjela comenzó su formación musical en primaria y secundaria y ahora sigue estudiando guitarra clásica en una academia de su país. Su aire flamenco procede de su interés por nuestra música, por lo que se integró en una banda profesional serbia de flamenco fusión, Traces of flamenco.

Fue fácil dejarse llevar y disfrutar de su música, lástima no conocer lo que tocaba. Mi compañero de butaca creyó detectar una rondeña y yo estoy segura de que su última pieza de concierto fue una bellísima armonización de «El Vito». A falta de información, hay que agudizar el oído. Mi calificación de su concierto de diez.

Al cante

Esperanza Garrido, en su tarjeta de presentación, sus veinte abriles, finalista de La Voz Kids con catorce años, becaria de la escuela de Cristina Heeren, sus triunfos con el público, sus premios en concursos y festivales.

¡Dios mío, como canta de bien Esperanza Garrido! Qué potencia y tono de voz, qué dominio del tempo, que excelente técnica vocal, que calidad de sentimiento, qué presencia de duende.

Ayudó no poco llevar como guitarrista a Paco Jarana; los dos demostraron tener una complicidad tan profunda como necesaria. Cuando el acompañante de una gran cantaora, convierte la actuación en un dúo protagonista, no se puede pedir más. Hay que añadir un excelente diseño de iluminación a la cuota del éxito.

Esperanza no tuvo que esperar al final para recibir aplausos. Estos llegaron con cada cante y casi en cada tercio de cada cante. Se emocionó y supo emocionar al respetable cantando por soleá, por granaína, por malagueñas abandolás, por fandangos. Tiene clase a raudales, personalidad, sabe estar, sabe moverse con naturalidad marcando el ritmo de su cante, tanto sentada como a pie, a capella; sabe vestirse en clave joven para un concierto de tarde.

Me pregunto la gran artista que llegará a ser más pronto que tarde esta guapa granaína. Ya es un placer escucharla.

Al baile

¿Qué decir del baile de la madrileña Nerea Carrasco? Se le podría atribuir como a Lola Flores, el «Torbellino de colores», no sigo porque no rima, pero ya se entiende. Es una fuerza de la naturaleza, derrocha poderío.

Me dice un amigo que entiende mucho de esto, que no sabe dosificarse, que entra en tromba, pero yo digo, que saber sabe y puede hacerlo cuando quiera, lo que ocurre es que no quiere, porque ella ha elegido ese estilo de impacto total que la distingue desde que sale a escena hasta que se va.

De hecho, ni cambió de vestuario, solo (menos mal) tras su primer baile se despojó del abrigo de brilli brilli y dejó lucir un vestido como de princesa mora medieval.

Cuando abre los brazos alzándolos, sugiere, crea, una especie de altar, como si fuera una sacerdotisa del mismísimo Undibel. No sé si las coreografías son suyas o creadas para ella, en cualquier caso están diseñadas para crear un ambiente místico y mágico, ambas cosas a la vez.

Es de las artistas que ponen a su elenco a su servicio, no cede protagonismo. Y no llevaba a cualquiera: al cante Rafita de Madrid y Saúl Quirós; a la guitarra David Cerreduela y a la percusión Moncada. En eso no es la única, hasta aquí puedo decir.

Ahora la recuerdo muy distinta en «De Scheherezade» de María Pagés. Allí tenía que dejarse dirigir, aquí se dirige ella sola. No sé si su forma de bailar es ya un estilo propio o una creación para la Suma Joven. Da la impresión de que disfruta bailando así, ya sea por seguiriyas, por tangos o por alegrías de Cái. Hasta en la forma de arrojar los zapatos para bailar descalza como una gitana del Sacromonte, es un torbellino.

A mí me arrastró. Sé que en esto peco de subjetividad. Pues que me quiten lo bailao, nunca mejor dicho.

Ver reseña de primera gala en:

Teresa Fernández Herrera
Algunas cosas que he aprendido a lo largo de mi vida. Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, master en Psicología del Deporte por la UAM, diplomada en Empresas y Actividades Turísticas, conocedora de la Filosofía Védica. Responsable de Comunicación y Medios en Madrid de la ONG Internacional con base en India, Abrazando al Mundo. Miembro de la British Association of Freelance Writers. Certificada en Diseño de Permacultura. Trainer de Dragon Dreaming, metodología holística para el crecimiento personal, grupal y comunitario en el amor a la Tierra. Colaboradora en Periodistas-es y en las revistas Natural, Verdemente, The Ecologist para España y América Latina. Profesora de inglés avanzado.

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre