La Suma Flamenca 2022 de la Comunidad de Madrid que dirige Antonio Benamargo, dedicada al flamenco de Madrid, tiene una programación con artistas de altísimo nivel, pero hay días en que es un verdadero dilema decidirse por uno de los dos espectáculos que coinciden en horario en distinto lugar.
José Luis Montón y Sandra Carrasco
El día de la inauguración, 18 de octubre, me decidí por la sala San Juan de la Cruz de los Teatros de la Abadía, por el concierto íntimo de la guitarra llena de sabiduría y buen sentir del maestro y compositor de Canciones al oído José Luis Montón, y de la voz de Sandra Carrasco.
Canciones al oído, es un álbum editado este año 2022, presentado en estreno absoluto en septiembre de 2021 en la Sala Roja de Teatros del Canal.
Fue algo diferente. Íntimo. Palabras susurradas por José Luis Montón a Sandra Carrasco. Canciones del maestro cantadas por Sandra, en propuesta intimista, ecléctica. Quizá en recuerdo de otros días de vino y rosas. Los dos son flamencos, pero aquí apenas. Han decidido hacer otra cosa, con todo el respeto por sus raíces.
Para ninguno de los dos es algo nuevo. Ella hace tiempo que amplió sus registros al jazz, la bossa nova, la world music. Sin abandonar el flamenco. De José Luis Montón ¿qué se puede añadir? Guitarrista y compositor multipremiado, reconocido en escenarios mundiales. Su toque es su identidad, y como parte de su identidad su inseparable sombrero. Un maestro.
Un concierto que no importa volver a escuchar, porque encarna y transmite sentimientos muy íntimos. Una maravilla de los dos como protagonistas. Se quieren, se entienden, son cómplices hasta la entraña. Un tipo de concierto diferente, que engancha desde que aparecen en escena.
Las canciones Igual que tú, Sin alas de mariposa, Dolor oculto, Cálido placer, Huele a sal, El mismo río, Alegría, Lo más bonito … y No pido perdón de regalo final a petición de ‘otra más’ por el público. Canciones del álbum. Y La Tarara para que no falte García Lorca.
Algo para escuchar y sentir. Algo diferente en el día de la inauguración de esta Suma Flamenca 2022 .
Pensándolo bien. Creo que es una buena idea tener más de una opción casi cada día. Obliga a pensar, sabiendo que en ningún caso te equivocas. La otra opción ese día hubiera sido el gran maestro Tomatito en la Sala Verde de los Teatros del Canal con un estreno absoluto. De la Plaza Vieja a Santa Ana. Acompañado por la guitarra de su hijo José del Tomate, por los cantaores Morenito de Íllora y Kiki Cortiñas y nada menos que por Piraña en la percusión. Otro día será.
Esperanza Fernández. Se prohíbe el cante
Ganas había en Madrid de escuchar la voz de Esperanza Fernández en cantes que fueron antes de otras voces. Maravilloso álbum Se prohíbe el cante. Esperanza hace historia del flamenco desde las tonás de José Valencia a la guajira de Rocío Márquez, pasando por marianas, soleá y caña, tangos, petenera, tarantas, serrana, seguiriya y bulerías que antes cantaron otros tantos artistas.
Se hizo eco en flamenquísimo homenaje de Marina Heredia por la mariana Mi Mariana. Tremendas tonás de José Valencia, Prefiero morir. Aquí no podían faltar ni Rocío Márquez ni Arcángel, los dos maestros del cante actual de Huelva, ella por la Guajira del 57, élpor Estaba soñando fandangos.
Con su voz recuerda cuando Miguel Poveda cantó por tangos en honor a La Repompa y Pastora, por serranas a su padre, Curro Fernández, y ay ay ay, cómo emociona la bulería A mi Paquera, que en su día cantó Jesús Méndez. Jerez no podía faltar en la voz de la sevillana.
Y de su propia cosecha de cantes, Esperanza cantó por soleá y caña El tiempo tiene la llave, por alegrías, Cái de mis entrañas, la taranta de Tomatito Batirme quiero, por petenera y seguiriyas, Penitencia y Siete dolores.
No solamente agradeció estar en esta Suma Flamenca dedicada a Madrid, al flamenco madrileño y al flamenco de toda España que encontró hogar y trabajo en Madrid desde hace un par de siglos. También se sintió encantada de actuar en este espacio que ella no conocía hasta hoy, esta íntima y mística sala San Juan de la Cruz, iglesia desacralizada de la Abadía.
Sus compañeros de concierto: El guitarrista Miguel Ángel Cortés, quien dio un recital de guitarra solista mientras Esperanza se cambiaba de traje para aparecer con un soberbio modelo rojo. A compás y coros, Dani Bonilla y Jorge Cubano (cubano de Cuba y de nombre artístico) y Miguel Fernández, -su niño- palmas y percusión.
Cantaora gitana de pura cepa por más que se ponga de rubia, gran voz flamenca. Dejó firmado, por más que lo diga el título, que aquí no se prohíbe el cante.
Paco del Pozo y Jerónimo Maya. Forasteros
Bravo, bravo, bravo, bravísimo Paco del Pozo. Y no solo por excelente cantaor de Madrid que todos conocemos y nada hay que añadir. Bravo, bravísimo por haber creado este concierto – espectáculo para esta Suma Flamenca y aún más allá de concierto – espectáculo, por haber creado un ambiente flamenco que nos impregnó a todos, lleno de amor, admiración y complicidad mutuos entre todos los que estaban en ese colmao madrileño recreado en la escena, tan creíble que todos estuvimos en él el viernes 21 de octubre.
Dos mesas y sillas para todos los protagonistas, porque lo fueron todos. Y una barra de bar a la derecha con su barman y maestro de ceremonias a ratos, el actor Mario Zorrilla, bilbaíno enamorado del flamenco en El Candela y Casa Patas; ahí fueron llegando los madrileños Paco del Pozo, cantaor que con doce años ganó su primer premio revelación y con veintiuno la codiciada Lámpara Minera de La Unión; y Jerónimo Maya guitarrista de ilustre dinastía flamenca, internacional desde la adolescencia y mayor representante actual de la escuela de Caño Roto; el reconocido bailaor y coreógrafo Rafael Peral nacido en Barcelona y Noé Barroso, bailaor madrileño internacional, coreógrafo de espectáculos propios. Esta noche bailaores y palmeros de lujo. Llegó luego el primer cantaor invitado, Antonio López Yeyé de Cádiz, compositor del álbum Puerta de Tierra, del barrio de Santa María, carnavalero y flamenco, habitual en tablaos de Madrid. Y más luego aún, introducida por Mario Zorrilla, se sumó al colmao la jerezana nacida en Madrid, Lela Soto, la más joven de Casa Sordera, ella sabe que entre otros muchos, su abuelo y su padre se consagraron en Madrid.
Con estos mimbres y la idea de Forasteros, el concierto teatralizado se ha convertido en uno de los hitos de esta Suma Flamenca madrileña. Porque Madrid es flamenca desde los orígenes, desde mediados del siglo diecinueve. Esta ciudad, tiene fama de acogedora con todos los que llegaban, flamencos y no flamencos, para trabajar, porque aquí había trabajo. Aquí nunca hubo charnegos, solo madrileños.
Forasteros es un homenaje a todos los artistas que fueron llegando a Madrid hasta convertirla en capital del Flamenco. En el flamenco «sin Madrid no hay paraíso», porque esta ciudad es un crisol de artistas de la cultura jonda.
Esa noche en la sala San Juan de la Cruz de la Abadía estuvieron presentes en los cantes y toques, los maestros Pepe de la Matrona, Rafael Romero, los Sordera, Manolo Caracol, El Culata, La Paquera, José Menese, Rafael Farina, Juanito Valderrama, los Habichuela, los Morente, Porrina de Badajoz, Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Paco Cepero, todas las regiones flamencas de España que hicieron historia del flamenco en Madrid.
Palos, estuvieron todos los históricos, las tonás, la taranta, los caracoles, las cositas de Cái de Yeyé, es decir por alegrías, sin faltar la ida y vuelta, que el Atlántico es gaditano primero y luego todo lo demás. Por soleá y bamberas Lela y no recuerdo qué más. Al final, faltaría más, por fandangos y bulerías. Qué ambientazo, cuanto arte, cómo se sentían bien en su compañía, cómo se divertían juntos. Todo cuenta en ese colmao madrileño.
Repito. Lo mejor de todo lo bueno, el ambiente que crearon. Abrazos y besos a Yeyé de los hombres después de sus cantes, que no se conformaban con el clásico gesto de la mano. En sana admiración y amor. Los gestos cariñosos y cómplices entre Paco y Lela sentados juntos. Y tantas y tantas cosas que hicieron una noche única.
¡Bravo, bravo, bravísimo!