El Círculo de Bellas Artes ofrece en la Sala Picasso la exposición Somosraíces, del matrimonio de artistas plásticos peruanos Santiago Yahuarcani y Nereyda López, ambos dispuestos a impartir talleres, recién llegados desde su Perú profundo, donde viven en plena naturaleza en el distrito de Pebas.
El comisario de la exposición es el hijo de ambos, Rember Yahuarcani, quien explica que los comisarios mestizos dan un sesgo incorrecto a los temas indigenistas a la manera en que lo hacen las industrias extractoras de recursos del Amazonas, mientras que ellos quieren que ahora lo miremos con ojos limpios a la luz de la búsqueda de los orígenes, el cambio climático y el agotamiento de los recursos del planeta con la consiguiente masacre de los pueblos indígenas.
Su obra es de sobra conocida entre los compradores y coleccionistas de arte, como lo prueba la titulada El hombre corazón de piedra, el boom del caucho en Amazonía en el siglo XX (2017), que se expone en el Museo Reina Sofía y que ha sido cedida para esta exposición por MNCARS.
Sus creaciones desafían las narrativas coloniales, buscando abrir un espacio para el reconocimiento y la visibilidad de estas voces, que no incluyen únicamente al ser humano sino que abarcan a todos los seres vivos de la naturaleza originaria.
El Círculo de Bellas Artes (CBA), con muy buen criterio, ha acuñado el término «Planeta C» porque, como dice su director, Valerio Rocco Lozano, queremos responder al slogan ya conocido de «Porque no hay planeta B», con nuestro «Planeta »«, dando así opción a que la inteligencia y la sensibilidad humanas puedan crear formas nuevas de respeto y convivencia que no pasen por el agotamiento de los recursos y el expolio a sus legítimos herederos.
«Somos raíces» propone un encuentro con el universo de Santiago Yahuarcani, pintor y escultor autodidacta perteneciente al clan de la Garza Blanca de la nación uitoto, y el de su compañera Nereyda López, escultora autodidacta de ascendencia tikuna y cocama. Ambos viven en el distrito de Pebas, a orillas del río Ampiyacú, en Loreto, Perú, en una chacra a la que hay que llegar en barco, en dos trayectos de dos barcos distintos, después de diecisiete horas de vuelo.
Y precisamente allí fue donde los visitó la otra comisaria, Isabella Lenzi, quien quedó fuertemente impresionada por la visita que hizo a las raíces de su pintura, y por la hospitalidad que le brindaron ellos dos con sus hijos, sus nietos y toda la chacra en armonía, tal como se ve en sus trabajos.
Ella y Rember Yahuarcani invitan a emprender un viaje por las cosmogonías indígenas basadas en la oralidad, el canto, la visión, la práctica y la resistencia comunitarias. Su propuesta artística reivindica la armonía entre humanos, no humanos y la naturaleza.
A través de estas pinturas y esculturas, se reinterpretan los mitos y el mundo espiritual de sus antepasados, trayéndolos al presente, mientras relatan siglos de extractivismo y violencia con énfasis particular en el boom de la explotación del caucho, que afectó profundamente a las comunidades de la Amazonía y marcó también su propia biografía.
Sobre los artistas
Santiago Yahuarcani y Nereyda López son dos de las presencias más relevantes del arte contemporáneo actual, cuya obra participa en debates urgentes sobre memoria, ecología y decolonialidad.
Santiago ha participado en la última edición de la Bienal de Venecia (2024) y, junto a Nereyda, ha sido parte de la Bienal de Toronto (2024) y de la Bienal del Mercosur (2025).
Esta es la primera exposición dedicada exclusivamente a ambos artistas fuera de Perú. Reúne un conjunto significativo de piezas —desde trabajos tempranos de principios de los años 2000, nunca antes vistos fuera de su país natal, hasta creaciones recientes producidas especialmente para esta muestra.
Santiago pinta principalmente con tintes naturales sobre llanchama, un tejido vegetal obtenido de la corteza del renaco, una planta que crece en su territorio. Nereyda, por su parte, construye sus esculturas y máscaras con semillas, raíces, fibras y cortezas, recogidas con paciencia y respeto en su entorno.
Desde su chacra, que es casa taller, han tejido una forma de vida en la que el arte se entrelaza con el cultivo, el cuidado cotidiano, los sueños y la transmisión de saberes ancestrales. En su familia, la creación no responde a una lógica individual sino colectiva, y hasta hace muy poco no implicaba la necesidad de reivindicar autoría.
Surge del trabajo compartido, del respeto por los conocimientos heredados y del compromiso de pasarlos a quienes vienen detrás, en un proceso donde el arte es memoria viva, vínculo comunitario y acto cotidiano de resistencia.
- Lugar: Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes (Alcalá 42)
- Fechas: del 12 de junio hasta el 14 de septiembre
Colaboran:
- Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico Crisis
- Embajada del Perú en España
- Fundación Obra Pía de los Pizarro
Precios entradas
- 5,5 € Entrada normal
- 4 € Entrada reducida
- 0 € Socios CBA
Horarios
- Martes a domingos 11:00—14:00 y 17:00—21:00
- Lunes cerrado