«Solo», una historia política de amor y libertad

«Solo es una odisea psicológica dolorosa, sensual y sobre todo emocionalmente enriquecedora» (François Lévesque, Le Devoir).

Cuando Simon, una joven estrella dragqueen de Montreal conoce a Olivier en el bar gay donde interpreta cada noche personajes diferentes, siente el flechazo.

Enamorados, ambos vivirán su pasión en el escenario pero, al mismo tiempo Simón se irá alejando cada vez más de su hermana y sus amigos, creyendo que ha encontrado un compañero, tanto en el trabajo como en la vida.

Pero el Simon drag, el del neón, las canciones de Abba y las performances, dista mucho del de la realidad diaria; mientras que Olivier, al principio encantador, acaba sacando al manipulador y embustero que lleva dentro.

Simon (Théodore Pellerin) –maquillador de día y drag de noche- a pesar de sus excentricidades, es un joven como todos que necesita amor. El problema es que no lo busca en los lugares adecuados, el problema es que casi parece disfrutar con sus amores tóxicos que le están llevando a un lento descenso a los infiernos…

Premio a la Mejor Película Canadiense en el ultimo Festival de Toronto, «Solo», un drama romántico dirigido por el cineasta Sophie Dupuis, está interpretado por dos jóvenes actores emergentes: Théodore Pellerin (Espiga de Plata en la Seminci por su papel en «Génesis», «La deriva de los continentes (al sur)», «Beau is Afraid y casualmente protagonista de la serie «Becoming Karl Lagerfeld») y Félix Maritaud ( «120 pulsaciones por minuto», «Jonas», premiado en la Semana de la Crítica de Cannes por su papel en ‘Sauvage’).

Tras dirigir «Chiens de garde» y «Subterráneo», dos películas aplaudidas por crítica y púbico, Sohie Dupuis muestra de nuevo en «Solo» su talento de cineasta y su capacidad para empatizar con este tipo de personajes marginales sin tener en cuenta el medio social del que proceden, su género o su identidad.

En el caso de Simon –tercera colaboración entre el actor Théodore Pellerin y la cineasta de Quebec- no procede del lumpen (como suele acontecer en los personajes LGTBQ+) sino de una burguesía ilustrada, su egocéntrica madre (Anne-Marie Cadieu, «La maison Bleu», «Los hombres de mi madre») es una célebre cantante de ópera quien, igualmente en contra de los estereotipos habituales, no reniega de sus hijos -una dragqueen y una modista (Alice Moreault, «Los días felices») que confecciona espectaculares modelos para que su hermano y otros compañeros se exhiban en el escenario- aunque tampoco puede decirse que le preocupen demasiado; de hecho, solamente se encuentran cuando la soprano recala en Montreal para tomar parte en conciertos y festivales.

«Solo[1]», largometraje hedonista filmado como una carta de amor al universo paralelo de la comunidad artística de las dragqueens, personajes de una fauna colorista que, como cenicientas, aparecen cuando empieza el baile de la noche, y como cenicientas se esfuman con los primeros rayos del sol.

En este tiempo, cuando el término «gazlighting» (abuso mental) se abre paso en el lenguaje de la psicología, el actor francés Félix Maritaud encarna a un personaje (Olivier) que es un ejemplo viviente: de encantador de serpientes pasa a manipulador en cuanto siente que pisa terreno seguro.

  1. «Solo» se podrá ver en los cines de Madrid a partir el próximo viernes 12 de julio de 2024.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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