El Hospital Psiquiátrico Doctor Rodríguez Lafora enfrenta una situación crítica debido a la pérdida por traslado de más de veinte enfermeras en el último mes, informa la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras (CCOO) en Madrid.
Para CCOO la cifra es preocupante porque la plantilla total es de 114 profesionales, lo que implica una carga de trabajo excesiva para el personal restante que atiende a más de trescientos pacientes con problemas de salud mental. Este hospital público tiene una capacidad de 334 camas, pero actualmente dos de sus plantas están inoperativas.
Según CCOO, la Consejería de Sanidad ha promovido el traslado de enfermeras al Hospital Zendal, dejando al Rodríguez Lafora en una situación vulnerable y sin el personal suficiente para atender adecuadamente a los pacientes con trastornos de salud mental. Este hospital público tiene una capacidad de 334 camas, pero actualmente dos de sus plantas están inoperativas.
CCOO ha manifestado su malestar en una carta dirigida a la Dirección General de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), pidiendo que se tomen medidas urgentes para cubrir las bajas y distribuir equitativamente la carga de trabajo entre el equipo de enfermería.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una proporción de entre seis y ocho pacientes por enfermera en hospitalización general, pero en psiquiatría se necesita más personal debido a la complejidad de los pacientes. La escasez de personal ha resultado en un aumento de la carga laboral para el equipo restante, incrementando las responsabilidades y las horas extra.
La situación se complica con la llegada del verano, ya que se espera un aumento de la escasez de personal debido a las vacaciones, lo que requiere organizar cuatro turnos para cubrir las ausencias.
Los profesionales del hospital están preocupados por el impacto negativo que esta situación está teniendo tanto en la calidad de la atención como en su propia salud y bienestar, y piden a la Consejería de Sanidad contratos más estables y de larga duración, y que se autoricen contratos para enfermeras generalistas que puedan cubrir las vacantes, aunque no tengan la especialidad de salud mental.
