La aparición de numerosas aves muertas, especialmente cigüeñas blancas, en el término municipal de Getafe, dentro del Parque Regional del Sureste, ha encendido las alarmas de sindicatos y colectivos ecologistas.

UGT, CCOO y CSIF han denunciado públicamente la falta de explicaciones y de actuación por parte de la Comunidad de Madrid ante un episodio de mortandad que consideran «grave» y potencialmente vinculado a factores ambientales aún no aclarados.

La denuncia sindical se apoya en la localización reiterada de ejemplares sin vida en distintos puntos del entorno protegido, un espacio de alto valor ecológico que discurre por los márgenes del río Jarama y que alberga una rica biodiversidad.

Las organizaciones advierten de que no se trata de un hecho aislado, sino de un fenómeno que se repite y que podría estar relacionado con contaminación, uso de sustancias tóxicas o alteraciones en el hábitat.

Cigüeñas muertas en un espacio natural protegido

El Parque Regional del Sureste constituye uno de los principales corredores ecológicos del área metropolitana de Madrid. En su interior conviven aves acuáticas, rapaces, mamíferos y especies ligadas a zonas húmedas y agrícolas. La cigüeña blanca, catalogada como especie protegida, mantiene en este territorio colonias estables de cría y alimentación.

Según los sindicatos firmantes del comunicado, la presencia de cigüeñas muertas en las inmediaciones de zonas industriales y de infraestructuras próximas a Getafe obliga a activar los protocolos ambientales previstos para estos casos.

«Resulta incomprensible que, ante la aparición continuada de aves muertas en un parque regional, el Gobierno autonómico mantenga un silencio absoluto», señalan las organizaciones, que reclaman transparencia y datos oficiales.

Desde CCOO Madrid subrayan que la protección de la biodiversidad «no puede depender de denuncias puntuales, sino de una vigilancia ambiental constante y de una respuesta rápida cuando se detectan riesgos».

En una línea similar, UGT Madrid advierte de que la inacción administrativa «pone en cuestión el compromiso real de la Comunidad con la conservación de sus espacios naturales».

Posibles causas y exigencia de investigación

Aunque por el momento no existe un informe oficial que determine las causas de la mortandad, los sindicatos y colectivos ecologistas apuntan a varios factores que deberían analizarse con urgencia: vertidos ilegales, acumulación de residuos, presencia de pesticidas o rodenticidas, colisiones con infraestructuras eléctricas o incluso episodios de contaminación del agua.

Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid recuerda que el Parque Regional del Sureste ha sufrido históricamente «una presión constante por actividades extractivas, vertederos y usos incompatibles con la conservación». En este contexto, la aparición de aves muertas «no puede banalizarse ni despacharse como un hecho anecdótico», ya que puede actuar como indicador temprano de un problema ambiental más amplio.

Desde asociaciones como GRAMA o plataformas ciudadanas como Jarama Vivo insisten en la necesidad de que la Consejería competente en Medio Ambiente haga necropsias a los animales encontrados y haga públicos los resultados. «Sin datos científicos no se puede descartar ninguna hipótesis, pero sin voluntad política tampoco se llegará a ninguna conclusión», advierten.

Responsabilidades institucionales

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico establece en su normativa la obligación de las comunidades autónomas de garantizar la conservación de las especies silvestres y de actuar ante episodios de mortandad anómala.

En este sentido, los sindicatos recuerdan que la gestión directa del parque corresponde a la Comunidad de Madrid y que es esta administración la que debe coordinar las investigaciones y adoptar medidas preventivas.

CSIF subraya que la protección del medio ambiente también forma parte de la salud laboral y pública. «Cuando se detecta una mortandad de fauna en un entorno cercano a zonas habitadas o industriales, es legítimo preguntarse si existen riesgos para las personas», señalan fuentes sindicales, que piden aplicar el principio de precaución.

Las organizaciones firmantes reclaman, además, que el Ayuntamiento de Getafe participe activamente en el seguimiento de la situación y traslade la preocupación vecinal a las instancias autonómicas. La colaboración entre administraciones, añaden, resulta clave para evitar que el episodio quede diluido sin respuestas.

Llamamiento a la transparencia y a la protección ambiental

UGT, CCOO y CSIF coinciden en que la defensa del Parque Regional del Sureste requiere algo más que declaraciones genéricas. Exigen información pública, actuaciones visibles y un compromiso efectivo con la conservación. «Las cigüeñas son un símbolo de nuestros paisajes y su muerte masiva debería avergonzar a cualquier administración que mire hacia otro lado», concluyen.

Mientras no se esclarezcan las causas de la mortandad, los sindicatos y colectivos ecologistas anuncian que mantendrán la vigilancia y no descartan nuevas acciones para exigir responsabilidades. El objetivo, subrayan, no es solo proteger a una especie concreta, sino preservar un ecosistema frágil que cumple una función esencial para el equilibrio ambiental del sur de la Comunidad de Madrid.

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