Un hito histórico no solo para China sino también para el resto del mundo. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, anunció el 24 de noviembre de 2020 que China había erradicado la pobreza extrema, y ha sido el primer país en hacerlo.
En 2012, el Partido Comunista Chino (PCCh) se fijó el objetivo para alcanzarlo en 2020. La fase última se ha tenido que conseguir en plena pandemia. Este logro histórico no ha sido la portada en la gran prensa occidental. Mientras, en EEUU y Europa, desgraciadamente, no solo aumentan las muertes y los contagios, sino también las personas pobres.
China ha logrado el objetivo de reducción de la pobreza de la Agenda mundial 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU diez años antes de lo programado por dicho organismo. Y ha resuelto un problema milenario. En las últimas siete décadas, China ha logrado sacar a 850 millones de personas de la pobreza -lo que representa más del 70 por ciento de la reducción de la pobreza mundial, un récord en la historia de la humanidad-, y de esos, unos 700 millones de personas habrían salido de la pobreza en los últimos cuarenta años. En una entrevista concedida a la agencia Xinhua el pasado septiembre el secretario general de la ONU, António Guterres, elogió oficialmente estos logros y los calificó como «muy fuertes».
China se comprometió a erradicar la pobreza extrema para finales de este año. Solo durante este 2020 el Gobierno central ha invertido 140.000 millones de yuanes (21.240 millones de dólares). A finales de 2019, todavía 52 distritos en las zonas noroeste, suroeste y sur del país no habían alcanzado el objetivo. Sin embargo, a principios de este noviembre, todos los distritos pobres en la región autónoma uigur de Xinjiang, la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, la región autónoma hui de Ningxia, así como las provincias de Yunnan, Sichuan y Gansu, superaron sus ingresos y pudieron salir de la pobreza extrema.
Los últimos nueve distritos pobres, todos en la provincia de Guizhou en el suroeste de China -que solía tener la mayor población de personas pobres- acaban de eliminar la pobreza extrema. Lo que supone que los 832 distritos pobres remanentes en China ya han alcanzado el objetivo histórico. El ingreso neto anual promedio de las personas pobres en los nueve distritos de Guizhou se ha elevado a 11.487 yuanes (alrededor de 1.740 dólares). En China, el umbral de pobreza se fija en un ingreso anual de 4.000 yuanes (510 euros) y no tener acceso estable a vivienda, alimentos, ropa, sanidad, educación y agua potable. Desde 2012, Guizhou ha sacado de la pobreza a 9.230.000 personas y lo ha hecho al ritmo de más de un millón de personas cada año.
China y la pobreza extrema en el mundo
Poner fin a la pobreza encabeza los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030. Sin embargo, el secretario general de la ONU, António Guterres, criticó la respuesta global para lograr los objetivos ambientales y de pobreza acordados por los líderes mundiales en 2015 porque no había sido «lo suficientemente ambiciosa», por lo que sería muy difícil reducir la tasa de pobreza extrema por debajo del tres por ciento para 2030. Y este año la ONU ha predicho que la pandemia de COVID-19 provocará que un número cada vez mayor de personas en el mundo caiga en la pobreza.
Por ello, las organizaciones internacionales, entre ellas el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), han dado su apoyo a los esfuerzos de China. El exsecretario general de la ONU Ban Ki-moon elogió el desarrollo nacional de China y el éxito en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y destacó su aportación al logro global en ese frente. Porque como valoró Olivier De Schutter, relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos, no se trata de falta de ingresos ni de errores de las personas o las familias, «se trata de opciones políticas que excluyen, discriminan y marginan a las personas».
En declaraciones al corresponsal de la agencia EFE en Pekín, en una crónica publicada por La Vanguardia, un portavoz del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) resaltó que lo más destacado del programa contra la pobreza en China es que ha intervenido en las distintas regiones del país en función de su contexto: «Se llevan a cabo evaluaciones exhaustivas de los recursos de los que se dispone, así como de las condiciones medioambientales o la cultura de cada provincia, condado y aldea».
Como ha observado Robert Lawrence Kuhn, un destacado experto estadounidense en China y presidente de la Fundación Kuhn, «la liberación de la pobreza es un ‘microcosmos’ del desarrollo de China, ya que demuestra cómo el sistema del país realmente funciona sobre el terreno».
Porque los logros en la erradicación de la pobreza extrema son inseparables de la existencia del sistema socialista de China. Por ello, se han podido concentrar los esfuerzos en la tarea con un estricto cumplimiento de las órdenes, con un sistema de gestión en el que el gobierno central da las orientaciones y los gobiernos locales aseguran su cumplimiento en su totalidad.
A través de la amplia movilización del gobierno, todos los sectores de la sociedad china se han visto involucrados y han participado en la campaña para acabar con la pobreza.
Se ha promovido el desarrollo industrial, que da soluciones a largo plazo para los lugares empobrecidos. Se ha basado en las condiciones locales, resolviendo los problemas prácticos de «quién necesita ayuda, quién ayudará y cuál es la mejor manera de ayudar».
Y para cumplir de manera estricta en cada paso del programa, se ha incluido la supervisión de los funcionarios gubernamentales responsables del trabajo.
La lucha contra la pobreza no termina
Obviamente, la eliminación de la pobreza extrema no significa que el problema de la pobreza ya no exista. Después de todo, «pobreza» es un concepto relativo. De hecho, en un artículo del diario oficioso The Global Times se afirma que, «dado que ahora se considera que la pobreza extrema ha sido eliminada, la definición de pobreza de China se ampliará gradualmente. El objetivo será pasar de satisfacer las necesidades básicas de subsistencia a vivir una vida digna». Por lo que se piensa que «después de 2020, China continuará tomando el alivio de la pobreza como una de sus prioridades e introducirá nuevos estándares de pobreza que se mantengan al día con los tiempos y establezcan metas más altas».
2020 descansa sobre 1949
En 1949 el pueblo chino, tras largos años de dura lucha revolucionaria y patriótica tomó el poder bajo la dirección del PCCh y su dirigente Mao Tsetung. En 2020 el pueblo chino, tras ingentes esfuerzos manteniendo su independencia nacional y desarrollando su economía, ha conseguido, entre otros éxitos, el hito histórico de la erradicación de la pobreza extrema.
Como en Brasil, recordemos, los impresionantes avances dados en la reducción de la pobreza entre 2003 y 2009 -los segundos después de China- cuando veinte millones de personas se liberaron de la pobreza extrema, descansaron sobre las políticas del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva y del Partido de los Trabajadores de Brasil.