«Si yo pudiera hibernar», un canto a la educación en situaciones difíciles

«Una historia como de Dickens, con final feliz, en Mongolia, donde están en una fase de urbanización a ultranza que cambia la vida de sus habitantes, con el consiguiente sufrimiento psicológico y físico» (Un espectador)

‘Si yo pudiera hibernar’ (If only I could hibérnate), ópera prima de la directora Zoljargal Purevdash, marcó un hito al convertirse en la primera producción mongola seleccionada en la historia del Festival de Cannes, compitiendo en la sección Un certain regard de 2024.

Además, ha representado oficialmente a Mongolia en los Premios Oscar 2025, en la categoría de Mejor Película Internacional.

Reconocida como una de las mejores óperas primas de Asia Oriental, ‘Si yo pudiera hibernar’ ha pasado por más de una decena de festivales internacionales de prestigio (Cannes, Sevilla, Karlovy Vary, Göteborg, Hong Kong, São Paulo, entre otros). Es una historia poderosa sobre la pobreza, la educación y la esperanza, contada desde un lugar raramente representado en el cine global.

Inspirada en la infancia de la realizadora y los estudios para conseguir una beca que le cambiara la vida, «Si yo pudiera hibernar» es una película auténtica y emocionante, un drama interesante ambientado en uno de los barrios más humildes de Ulán Bator, la capital de Mongolia, que cuenta una historia sobre la pobreza, el valor de la educación y el acicate de mantener siempre una esperanza de mejora, centrada en un adolescente con sueños de superación en una sociedad que apenas acaba de salir del nomadismo.

Un retrato íntimo y profundamente social que la crítica internacional ha aplaudido unánimemente.

Un barrio de yurtas (carpas) de Ulan Bator es el telón de fondo donde Ulzii (Battsooj Uurtsaikh en su primer rol), un adolescente de catorce años pobre pero orgulloso, está decidido a ganar un concurso de Física para conseguir una beca que le permita prolongar sus estudios hasta la universidad.

Pero su madre, analfabeta, depresiva y alcohólica, ha encontrado un trabajo en el campo y se marcha dejándole al cuidado de sus dos hermanos pequeños en pleno invierno, lo que el niño consigue compaginando la asistencia a salto de mata a la escuela –donde se arriesga a ser expulsado y sobre todo, a que le impidan acudir a la capital para participar en el concurso que puede convertirse en la puerta de salida hacia un futuro diferente al que en principio le estaba destinado- con la realización de pequeños trabajos para sus vecinos (ayudarles a cortar leña en la tala salvaje y clandestina de árboles, llevándoles paquetes…)

Ulzii se parte en cuatro para conseguir que los pequeños tengan un fuego encendido que les caliente en la desordenada habitación que les sirve para comer, jugar, estudiar y soñar, así como para conseguirles alimentos, ropa y zapatos con los que combatir el terrible frío de una de las regiones más inclementes del planeta.

En «Si yo pudiera hibernar[1]», la realizadora Purevdash se ha cambiado por un chico para novelar sus propias dificultades económicas y la lucha contra todas las contingencias posibles, en especial contra el frío glacial, recordando la aspiración infantil de poder pasar el frío hibernando, como un oso.

Ulzii se debate entre el deseo de huir y la lealtad a sus hermanos, entre el deseo de salir de una situación difícil y el sentimiento de culpa que significaría abandonarles.

Moraleja: «Los osos no se resfrían, no cogen la gripe».

  1. «Si yo pudiera hibernar» estará en las salas madrileñas a partir del próximo viernes 30 de mayo de 2025.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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