La asociación La Barandilla junto a la farmacéutica Janssen Cilag, han puesto a disposición de las personas afectadas psicológicamente por la COVID-19, un servicio gratuito de ayuda telefónica.
La Organización Mundial de la Salud, (OMS), ha recordado que la pandemia ha desencadenado un incremento masivo de los problemas de salud mental y pide reforzar este área a los gobiernos dado que la población no conoce, ni tampoco reconoce, cómo sobrellevar este estado, que aún no se ha terminado. Ante la posibilidad de un rebrote en otoño y con lo afectada que puede estar ya la sociedad, piden que se ocupen de las personas vulnerables sobre todo por el aislamiento y el confinamiento derivados de la situación.
Según el estudio que ha llevado a cabo el Ministerio de Sanidad, el 43,9 por ciento de los pacientes hospitalizados por la enfermedad, han padecido algún problema derivado de su situación ya sea en forma de ansiedad, insomnio, estrés, depresión, etc. Esto lo apunta también la Sociedad Española de Psiquiatría dado que las enfermedades mentales se agravan en estos momentos por la propia deriva socioeconómica que atraviesan las personas en particular y la sociedad en general.
En relación a las personas que ya padecían problemas de salud mental por enfermedades crónicas, esta pandemia no solo ha agudizado los síntomas, sino que ha procurado un estado complejo que no todas las familias han sabido manejar. Los riesgos de recaídas en determinadas enfermedades mentales sobre todo debido al estrés asociado a estas situaciones, está generando cuadros que no están resueltos que han dado lugar a pensamientos complejos que pueden llegar a ser peligrosos para la persona afectada.
Los datos que apunta el Colegio de Psicólogos de Madrid (COP), refieren que no es oportuno bajar la guardia frente a las medidas de seguridad establecidas para preservar el bien común, ni tampoco, permitir que las emociones nos desborden. Los sentimientos acaso encontrados de soledad, miedo, posibilidad de contagio y otras experiencias que son pensamientos inoportunos, nos llevan a un sufrimiento que puede paliarse.
Desde la necesidad de afecto, abrazos, ayuda y el temor a la muerte por haberla visto de cerca, pasando por la idealización de una vida anterior, las personas, todas, nos hemos visto expuestas psíquicamente a situaciones necesariamente complejas.
Tristeza y ansiedad que pueden ser reacciones normales junto con incertidumbre y estrés post traumático que nos desbordan en la mayor parte de algunos momentos del día.