El día 10 de octubre se celebra el día mundial de la Salud Mental; una fecha aún estigmatizada cuando se refiere a los trastornos mentales y en concreto, con el suicidio, la asignatura pendiente en cuanto a prevención.

Cuando hablamos de salud mental, incluimos todo bienestar emocional que nos hace sentirnos bien a lo largo de nuestra vida. Cerca de mil millones de personas en el mundo conviven con un trastorno mental y al menos, una de cada cuatro podría sufrir un episodio a lo largo de su vida. Una de cada cuatro personas en el mundo tiene o tendrá un problema derivado de la salud mental y en 2030 será la primera causa de discapacidad en el mundo.

Las causas que no siempre son claras, precipitan al individuo a un estado de ánimo q puede llevarle a cambios significativos que le impiden continuar. Desde la ansiedad cotidiana a la que nos vemos sujetos, pasando por estados depresivos a lo largo de períodos largos. En el caso del confinamiento debido a la pandemia, el manejo de las enfermedades mentales ha dejado claro que no todo el mundo puede gestionar la soledad, los problemas, el devenir, el aislamiento, la incertidumbre y llegado el caso, una enfermedad sobrevenida.

El caso más impactante es el que conduce a la persona a terminar con su vida porque no ve salida. El suicidio es la segunda causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años y no existe, como tal, un plan de prevención en España que ayude a las personas a olvidar esta decisión.

Los datos son escalofriantes: cada día, al menos diez personas terminan con su vida y de esas, tres de cada cuatro, son varones. En España se contempla que es la principal causa externa de mortalidad pero no se prevé que exista un plan de prevención que evite la desgracia que conlleva que las familias a posteriori se culpabilicen por no haber detectado el problema.

Las enfermedades mentales son trastornos que pueden afectar de diversas formas a nuestra capacidad de sentir, comportarnos y pensar. Si interfiere en nuestra vida cotidiana y pasamos a tener problemas en nuestro entorno, estamos a tiempo de ponerle remedio. Los problemas derivados de la salud mental no son sine die; pueden tener una duración corta pero pueden hacerse crónicos si la persona huye, se refugia en tóxicos, alcohol, drogas, tabaco y otras drogas para evitar la ansiedad inicial que el propio estado le provoca.

Aparte de estos, tenemos q hablar también de los trastornos del desarrollo; que dan lugar al autismo, a la discapacidad intelectual, o al déficit de atención; aparte de los de la conducta alimentaria que producen bulimia o anorexia y dan cuadros psicóticos y bipolares si no se detectan a tiempo.

Ana De Luis Otero
Periodista. Doctora en Ciencias de la Información. PhD. Máster en Dirección Comercial y Marketing. Fotógrafo. Consultora de Comunicación Socia directora LOQUETUNOVES.COM; Presidenta de D.O.C.E.( Discapacitados Otros Ciegos de España); Secretaria General del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD); Miembro del CEDDD autonómico de la Comunidad de Madrid; Miembro del Consejo Asesor de la Fundación López-Ibor; Miembro del Comité de Ética de Eulen Sociosanitarios; Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland); exdirectora del diario Qué Dicen. Divulgadora científica, comprometida con la discapacidad y la accesibilidad universal. Embajadora de honor "Ñ". Representante en EASPD Europe del CEDDD Inclusive Life

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