Todos sabemos que la piel no dura para siempre, y que conforme los años van pasando la cosa se va poniendo cada vez peor, por eso, si no quieres verte como una uva pasa o tener que recurrir al bisturí, lo mejor que puedes hacer es, además de alimentarte como toca, aplicarte las cremas que necesitas.

Hay muchos tipos de cremas para muchos tipos de pieles. No todas actúan igual. Para conseguir el máximo efecto de un tipo de crema es importante que sepas qué te estas poniendo en la piel, y que recurras a tiendas especializadas como la web de cosmética profesional de Novabel, que dispone de todo el producto que puedes necesitar, tengas la piel que tengas.

Antes de ponerte a comprar cremas caras con cientos de propiedades, párate a analizar el tipo de piel que tienes:

  • Piel normal: piel exenta de grasa, rosada y suficientemente uniforme.
  • Piel seca: piel blanquecina y muy irritable, que se agrieta, pica y arruga con facilidad.
  • Piel grasa: piel con tendencia a los granos y puntos negros, gruesa y de aspecto más apagado.
  • Piel mixta: un poco de todo lo anterior repartido por diferentes zonas de la cara.

Una vez sabemos el tipo de piel que gastamos podemos, con mucho mayor acierto, seleccionar una crema que evite los efectos del paso del tiempo y de las carencias típicas de cada una de ellas; pero antes, es importante saber que no tenemos alergias y que las cremas que vayamos a usar siempre van a tener un rango amplio, es decir: de piel normal a seca, de mixta a grasa, etc.

Cremas para piel mixta-grasa. Crema en gel que no aporte más grasa a la piel y que sea muy hidratante, de fácil absorción y muy rica en agua para que absorba la grasa y no deje restos. La hidratación, el ácido hialurónico, y las vitaminas C y E son fundamentales para este tipo de pieles.

Cremas para pieles secas a muy secas. Una crema rica en retinol, ácido glicólico y vitamina A. Este tipo de pieles necesitan estar permanentemente hidratadas, por lo que es buena idea tener varias cremas para diferentes momentos del día que aseguren una hidratación constante; sobre todo por la noche.

Por otra parte, es sensato proteger este tipo de pieles del efecto de los rayos V, por lo que, además de buscar cremas de rápida absorción, también será buena idea buscarlas con protector solar.

Cremas para pieles cansadas. Las pieles sin lustro, cansadas, fatigadas y sin luminosidad necesitan cremas faciales revitalizantes ricas en té verde y camomila.

Si comprabas cremas simplemente por la marca o por el eslogan, ahora que conoces un poco mejor el tipo de piel y producto que necesitas, es mejor que vayas directamente al tipo de crema que mayor efecto y resultado vaya a darte y, además, con conocimiento de causa. Verás como los resultados mejoran una barbaridad.

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