Comenzamos hoy esta crónica con un tema que ha sido varias veces protagonista en Aquí Madrid: la situación de los tablaos flamencos en España, los más afectados por una pandemia que los paralizó abruptamente a principios de marzo de este terrible 2020, sin que se vislumbre a día de hoy, 1 de agosto, el retorno del gran turismo internacional que nutre los aforos de los tablaos. Aforos que durante años han significado un PIB del diez por ciento para la economía nacional.
Hoy hablamos de tres tablaos históricos de Barcelona
Los tres tablaos más antiguos y emblemáticos de la Ciudad Condal, Los Tarantos, El Cordobés y de Carmen, acaban de crear la plataforma Tablaos Emblemáticos para dar visibilidad a la situación de estos establecimientos en Cataluña, que no es otra que la de los tablaos en el resto de España. Sin turismo exterior, no hay aforo posible.
En la presentación de la plataforma estuvieron los directores de los tres tablaos, Joan Mas por Los Tarantos, ¡cincuenta y siete años de historia!, María Rosa Pérez Casares por El Cordobés, ¡cincuenta años de historia! Y los treinta y dos años de toque, cante y baile del Tablao de Carmen estuvieron representados por Mimo Agüero.
La iniciativa, como no podía ser de otra manera, va dirigida a las instituciones culturales catalanas, solicitando las ayudas y apoyo que merecen el patrimonio cultural y valor patrimonial del flamenco catalán en esta crisis de imprevisible duración creada por la COVID-19.
Sin ayudas urgentes, estos tres espacios históricos de la cultura barcelonesa podrían desaparecer. El lanzamiento de esta plataforma es un grito, no solo de ayuda económica, sino también de reivindicación cultural histórica, que ya mereció en 2010 la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Un grito por el diálogo con los responsables de la cultura catalana, un grito para encontrar soluciones con su contribución a la insostenible situación creada por la pandemia.
El flamenco en Cataluña se remonta al siglo diecinueve y, desde entonces, Barcelona siempre ha sido una de las capitales flamencas de España y del mundo. Por diversas razones, siempre atrajo a los artistas flamencos más innovadores. Por poner algunos ejemplos de varias épocas, recuerdo al guitarrista Miguel Borrull, nacido en Castellón de la Plana y afincado en Barcelona, considerado como el creador de la guitarra flamenca junto con Ramón Montoya. En 1916 abrió el famosísimo Café Cantante Villa Rosa de Barcelona. Su hijo fue pionero en la grabación de conciertos y ya no digamos las mujeres de la familia, famosas internacionalmente. Sus hijas Julia, Isabel y Cecilia Borrull fueron las creadoras en Estados Unidos del Trío Cansinos junto a un hermano de Rita Hayworth. Su nieta Trini Borrull, fundó junto con Alicia Alonso el Ballet Español de Cuba.
Históricas como Pilar López y Carmen Amaya, famosísimos hijos de la inmigración actuales, como Juan Manuel Cañizares, Ana Morales, Duquende, recientísimos ganadores de Lámpara Minera de La Unión, Matías López El Mati de Sabadell y de Desplante, Olga Llorente, nacida en Barcelona. Estos artistas son una pequeña muestra del flamenco de los siglos diecinueve, veinte y veintiuno.
Barcelona ha tenido y tiene una muy notable y reconocida cantera de artistas flamencos de la máxima calidad y reconocimiento internacional. Muchos de ellos se han forjado en estos históricos tablaos barceloneses.
Por estos tres tablaos de Barcelona han desfilado todos los grandes artistas flamencos de cante, toque y baile. Desde los emergentes a los más consagrados, todos han ido pasando por ellos.
Es de justicia que quienes lideran la cultura catalana se responsabilicen de la sostenibilidad de estos espacios, auténticos referentes de una cultura que tanto ha enriquecido a Cataluña, una cultura absolutamente catalana desde los inicios de la profesionalización del flamenco.
Barcelona, es pues, capital flamenca por derecho propio. Sus tablaos flamencos son en la actualidad el mejor exponente de la divulgación de la cultura flamenca en el mundo, por vía de su clientela internacional.
Hagamos un poco de historia de estos tres tablaos unidos por la Plataforma:
Los Tarantos, en la Plaza Real, ha seguido desde sus inicios una trayectoria fiel al flamenco. En la actualidad se distingue por sus carteles artísticos y su programación de alta calidad. El Cordobés, en Las Ramblas, está reconocido por la crítica nacional e internacional como uno de los mejores tablaos flamencos del mundo, por el prestigio de sus artistas y su fidelidad a la ortodoxia flamenca. Lamentablemente la pandemia ha impedido las celebraciones de su cincuenta aniversario.
El Tablao de Carmen, en el Pueblo Español de Montjuic, se enorgullece de presentar un flamenco tradicional en un espacio concebido en homenaje a Carmen Amaya. Espacio en el que actuaron durante la Semana Andaluza de la Exposición Internacional de 1929 la gran bailaora y otros miembros de su familia.
Y a estos tres tablaos tan llenos de historia los ha cerrado la pandemia. Pero es que además está la cuestión del distanciamiento social al que obligan las autoridades sanitarias. Los tablaos son espacios pequeños, íntimos, a imagen de aquellos patios de vecinos andaluces donde nacieron el cante, el baile y el toque. Sus aforos nunca sobrepasan las cien personas, a veces menos. Reducidos por las medidas sanitarias a un treinta por ciento, su viabilidad económica es imposible.
La Generalitat de Cataluña ha ordenado el cierre de salas de fiestas y locales de espectáculos para combatir la propagación del virus, y ello profundiza aún más en la crisis de estos espacios culturales. El último rebrote de contagios en esta recta final del mes de julio, que de nuevo ha incidido en la prohibición de la cultura en espacios cerrados, implica que los tablaos no puedan pensar en reabrir, siendo optimistas, hasta la primavera de 2021.
El noventa por ciento de los artistas flamencos catalanes dependen económicamente de los tablaos. En la actualidad, anualmente pasaban unos trescientos artistas por estos tres tablaos. Por tanto, la Plataforma de los Tablaos Emblemáticos considera que estos espacios culturales y de creación artística flamenca, son absolutamente necesarios para la supervivencia de esta expresión cultural.
Son lugares de encuentro e intercambio social, son escuelas o universidades no académicas del flamenco, necesarias para mantener vivo este patrimonio cultural y su historia.
Las medidas solicitadas a las administraciones por la Plataforma, para los Tablaos Emblemáticos, en vista de la situación son las que siguen.
Solicitar del Gobierno de España:
- El mantenimiento de los ERTE hasta la superación de la pandemia.
- La bonificación del cien por cien de las cuotas de la Seguridad Social para los trabajadores en ERTE de los tablaos.
- Reducción del IVA de las entradas de los espectáculos de flamenco hasta el cuatro por ciento.
Solicitar de las correspondientes instituciones catalanas:
- Cesión gratuita de espacios públicos al aire libre para poder recuperar su actividad habitual.
- Ayudas económicas para la dotación de medios técnicos que permitan la emisión digital de espectáculos que tengan lugar en directo en los tablaos.
- Creación, en colaboración con los tablaos, de una campaña de difusión y reivindicación del patrimonio flamenco catalán dirigido a la población y muy especialmente a las franjas más jóvenes.
- Posibilitar la apertura de terrazas que puedan proporcionar alguna fuente de ingresos.
- Exención del pago de impuestos mientras los tres espacios deban permanecer cerrados.
- Creación de una línea de ayudas económicas destinadas a socorrer a los tablaos, a fin de que puedan sostener sus gastos fijos, mientras los tres espacios tengan que permanecer cerrados.
- Esponsorización de un Festival de Tablaos Flamencos.
¡Dios mío! Y hoy acabamos de saber que España entra en recesión.