He vuelto a leer la autobiografía de Amalia Avia con motivo de la inauguración de la exposición de esta artista en la Sala Alcalá 31 de Madrid con el título de «El Japón en Los Ángeles». El libro, titulado «Amalia Avia. De puertas adentro» (Taurus, 2004) es una larga mirada de la artista a su vida, desde la infancia hasta los últimos años, a través de la que recrea episodios del franquismo, la transición política, la democracia… y evoca a personajes como Camilo José Cela, Juana Mordó, Aurelio Biosca y otros artistas e intelectuales coetáneos. La de ahora es una muestra necesaria para reivindicar la obra de esta pintora realista fallecida en 2011 en Madrid a los 81 años.

Comisariada por Estrella de Diego, para esta exposición se han reunido 113 obras de las más de mil que llegó a pintar Amalia Avia, entre las que hay aquí muchas procedentes de sus experiencias con la fotografía. Entre los temas recurrentes de la artista figuran los cuadros de edificios emblemáticos de algunos barrios madrileños, como la Puerta de Alcalá, Puerta del Sol, el Palacio de Cristal del Retiro, los barrios de Malasaña, Salamanca, Recoletos y San Bernardo, fachadas de casas deterioradas por el abandono y el paso del tiempo, garajes, lecherías, almacenes y antiguas tiendas cerradas que aún conservan los rótulos de los negocios a los que dedicaban sus actividades, como la que da título a la muestra, «El Japón en Los Angeles».

Esquinas de calles, carteles, árboles en las aceras. También aspectos de la vida cotidiana madrileña, escaleras del Metro, peluquerías, tabernas, así como interiores de estancias de viviendas humildes: cocinas, comedores, dormitorios, salas… con sus objetos cotidianos, como máquinas de coser, sillas, aparadores, mecedoras o jarrones.

La exposición trata de dar a conocer otros aspectos de la obra de Amalia Avia al margen de su producción realista, destacando la técnica de la utilización de fotografías, que se muestran simultáneamente a los cuadros a los que dieron lugar, así como su producción bajo los postulados del movimiento Nueva Figuración, que retrataba la realidad cotidiana bajo una mirada crítica. Toda esta obra se ha organizado bajo los tres aspectos temáticos en los que se ha ordenado la exposición: «Vida cotidiana», «Ciudades vaciadas» y «Objetos encontrados».

Una pintora realista

Amalia Avia decidió dedicarse a la pintura en los años cincuenta del pasado siglo, aprendiendo dibujo en la academia de José Ordóñez y pintura con Eduardo Peña, a cuyo estudio de Madrid acudió para formarse:

«(…) el señor Peña –escribe en sus memorias- me recibió con unas inesperadas palabras: veo en usted muchas cualidades para ser pintora, tiene usted sentido del color, no dibuja mal, pone algo suyo en los cuadros y además es usted muy trabajadora».

La pintora frecuentó los ambientes culturales de la capital y se relacionó con pintores como Antonio López, Esperanza Parada, Isabel Quintanilla o Lucio Muñoz, con quien se casó en 1960.

«Lucio y yo nos casamos en la iglesia de Santa Rita de Madrid. Antes, claro, había conseguido ver mis cuadros. Le gustaron mucho y a partir de aquel momento empecé a pintar con más entusiasmo y seguridad».

Conoció a muchos artistas e intelectuales de diferentes ideologías y siempre se identificó con la oposición al franquismo

«Lo que más recuerdo de aquella época en que yo criaba a mis hijos es el hecho de vivir en la oposición al régimen, oposición que en algunos casos se materializaba en lucha activa, yendo a parar casi siempre los que en ella participaban con sus huesos en la cárcel (…) Hay quien piensa ahora que es mejor olvidar todo aquello. Yo ni quiero ni puedo olvidar, y cada día disfruto, sin acostumbrarme, esta libertad que durante tantos años ambicionamos como un bien inalcanzable».

Un año antes de su boda con Lucio Muñoz, Amalia Avia había presentado su primera exposición individual en la galería Fernando Fe de Madrid:

«Yo temía que mi pintura no gustara: no era nueva, no era abstracta, no había ninguna innovación como materia y estaba pintada con pincel y óleo sobre lienzo o tablex; se trataba de una pintura humilde y sencilla que pretendía parecerse lo más posible al modelo elegido»

Después vendrían otras muchas exposiciones, su presencia en la bienal de Venecia y en Nueva York acompañando a Lucio Muñoz, y numerosas muestras nacionales e internacionales. Actualmente, museos como el Reina Sofía de Madrid, el Artium de Vitoria o la Fundación Juan March albergan obras de esta artista. Otras muchas están en manos de coleccionistas privados.

  • TÍTULO. El Japón en Los Ángeles. Los archivos de Amalia Avia
  • LUGAR. Sala Alcalá 31. Madrid
  • FECHA. Hasta el 15 de enero de 2023
Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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