El paréntesis del título de esta exposición, Racconti (in)visibili[1] (relatos invisibles o cuentos de lo invisible), que ofrece el Instituto Italiano de Cultura en Madrid, es importante puesto que habla de lo invisible que se hace visible gracias al arte, y está construida sobre el patrimonio inmaterial de Italia.
En ella se muestran las obras de quince artistas plásticos que han puesto su arte al servicio de desvelar tradiciones, costumbres ancestrales y tantas cosas que normalmente damos por sabidas sin concederles la menor importancia.
Dichas tradiciones corren el peligro de perderse, bien por los cambios en los usos y costumbres, bien por la desaparición misma de las poblaciones donde hasta ahora se dan.
Que no se pierdan fue el deseo de la UNESCO al denominarlo Patrimonio Inmaterial.
Los quince artistas que figuran en el cartel han prestado sus obras para una exposición que se acompaña, además, con vídeos sobre las tareas agrarias, de pastoreo y de recolección, así como entrevistas a aquellos que se encargan de mantenerlas vivas.
Importante la contribución de los truferos aragoneses y catalanes en el apartado de recogida de la trufa, una costumbre que estuvo maldita, como si se tratase de un fruto diabólico solo apto para brujas y ensalmos.
Tuvo que ser el ilustrado Joaquín Costa, nacido en Graus en el siglo diecinueve, quien rehabilitara esta costumbre en España con las aportaciones económicas que hoy conlleva y el aroma que expande sobre toda la exhibición.
- En Madrid se puede ver en el Instituto Italiano de Cultura (calle Mayor, 86) hasta el 10 de septiembre.
