El domingo 14 de septiembre, en lo que era la última etapa de la Vuelta a España 2025, los corredores no pudieron alcanzar la línea de llegada, establecida en la fachada principal de la alcaldía de Madrid, en la Plaza de Cibeles.
Se lo impidió, a 56 kilómetros del final, una manifestación pro-Palestina y en contra de la participación del equipo Israel Premier Tech considerado –según la información que hoy publica la edición francesa del diario Huffington Post- «una herramienta de soft-power de un Estado acusado de genocidio en Gaza. Una diplomacia del deporte asumida perfectamente por un hombre copropietario del equipo: el multimillonario israelí-canadiense Sylvan Adams».
Autoproclamado embajador de un país cuyo equipo se convirtió en el blanco de todas las críticas durante Vuelta, Sylvan Adams tiene una enorme influencia en Israel, apoya a Benjamin Netanyahu y también a la guerra que el ultraconservador primer ministro dirige desde octubre de 2023, una guerra que «muchas ONG, también israelíes, ya no dudan en calificar de genocidio».
Magnate del sector inmobiliario nacido en Québec en 1958, hizo su «Alya» – que en hebreo significa «ascensión» o «elevación espiritual» y designa el acto de inmigrar a la «Tierra de Israel»-, aprendió hebreo y se impuso en el arsenal del soft-power pro-Israel, cuya imagen quiere cambiar: «Cuando llegué aquí –declaraba a la Agencia France Presse en una entrevista en 2020- en la primera semana encargué que me hicieran tarjetas de visitas con mi nueva función, ‘autoproclamado embajador del Estado de Israel’. El Israel que yo conozco y amo no es el Israel que aparece frecuentemente en los medios de comunicación».
En un intento de calmar la tormenta desatada por la participación del equipo en la Vuelta a España, Sylvan Adams decidió que el equipo sería conocido por su sigla, IPT, lo que, evidentemente, no cambió nada en la forma que lo han percibido los muchos miles de españoles que se han manifestado a su paso por ciudades y pueblos.
En los primeros días de septiembre, el genocida Netanyahu manifestó públicamente su apoyo a Sylvan Adams y a su equipo, al que definió como «orgullo de Israel».
