Andrea Blandín

Esta situación tan especial, tan novedosa, tan crítica, que estamos viviendo a nivel mundial, hace que afloren las pequeñas cosas que llevamos dentro y, a veces, desconocemos. Nuestras debilidades o alteraciones previas aparecen en estos momentos y nos desequilibran. Pero para solucionarlo, existe la psicología, para ayudarnos y hacernos ver lo bueno dentro de todo lo malo. 

La pandemia está generando alteraciones en la salud mental de muchas personas. La ansiedad, angustia, agobio, etc. deben ser tratadas; al igual que las terapias que ya se estuviesen realizando antes del estado de alarma.

Por ello, los profesionales de toda España han paralizado la actividad presencial y están llevando a cabo las terapias de manera telemática, ya sea por teléfono, correo electrónico o videollamadas, y de forma gratuita, a todas aquellas personas que necesiten ayuda psicológica, sobre todo a los más vulnerables.

«El mejor consejo es que las personas tienen que darse cuenta de los propios recursos personales que tienen, para utilizarlos y aprovecharlos en esta crisis sociosanitaria a favor de su salud mental», asegura Francisco Santolaya, el presidente del Consejo General de Psicología de España y decano del Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana.

Ayuda psicológica

El Consejo General de Psicología nacional ha establecido unas normas generales para todos los colegios autonómicos, y cada uno ha creado sus propios canales para ayudar a las personas que necesiten ayuda a causa de la COVID-19.

Desde el organismo se han organizado las terapias en tres niveles, según explica Santolaya a Aquí Madrid .

El primero consiste en le recepción de llamadas. Alrededor de cincuenta profesionales de la psicología han sido contratados para atender a todas las personas que se pongan en contacto con ellos.

Hay muchas llamadas y abarcan todo tipo de sucesos, por lo que se han dividido en tres temáticas para facilitar la organización y ayuda: un canal para trabajadores sanitarios, que tienen mucho agobio por lo que están viviendo; otro para familias con menores, o algún allegado afectado por la pandemia; y otro para abarcar el tema de los deportistas, la tensión que sienten porque son personas que han pasado de tener una alta actividad física a estar confinados.

El segundo nivel está en coordinación con los colegios autonómicos, de manera que ellos atienden cada caso, y después son las autonomías las que organizan la terapia. «Existe una coordinación total entre el nivel autonómico y el estatal», asegura Santolaya.

El tercero se lleva a cabo a través de videoconsultas, que atenderá a aquellas personas que muestren síntomas más graves de ansiedad y angustia.

Además, todas las familias recibirán unos documentos para que sepan cómo se puede actuar para estar más tranquilos ante la pandemia.

Hay que encontrar la manera de drenar el conflicto

Problemas

Los principales problemas que están recibiendo a través de las llamadas tratan sobre la dificultad de gestión del tiempo personal, los problemas de ansiedad, nerviosismo y miedo a situación a la que nos enfrentamos, problemas con respecto a la soledad y de duelo, que en estos momentos resultan más difíciles de gestionar, aun si cabe.

Todos los profesionales pretenden aportar apoyo y orientación psicológica a la población general en esta situación sin precedentes que provoca un riesgo para la salud y que puede generar estados de alteración y desequilibrio en las personas.

Además, esta crisis sociosanitaria hace que afloren nuestros puntos débiles psicológicos, que en nuestra rutina no tienen tiempo de aparecer, porque nuestro ritmo de vida no nos lo permite. 

Con estas ayudas, el profesional intentará encontrar una manera por donde drenar el conflicto, para que la persona pueda evaluar lo que está sucediendo y aportar herramientas personales con las que calmar ese estado.

El servicio quiere aportar una primera ayuda psicológica para que las personas puedan cuidarse mejor a sí mismas.

Actuación

Las estrategias que se utilizan en momentos de crisis son distintas a la habitual. En este caso, suelen ser entre tres y siete sesiones y la estructura varía en función del caso. Pero de manera general, en una primera sesión se conoce al paciente y este exterioriza todo lo que le ocurre; después se hacen estrategias de focalización para resolver todo lo que está sintiendo en ese momento; y por último, se utilizan estrategias de resolución de problemas o alternativas para dilucidar cómo se maneja la situación.

Evidentemente, depende de las personas y las características de cada una, por lo que las medidas no son igual para todos, pero sí que existen unas pautas generales para cuidar la salud mental durante la cuarentena.

Pacientes previos a la pandemia

Muchas personas estaban en tratamiento psicológico antes del estado de alarma, por lo que no puede pararse de golpe, ya que puede ser contraproducente.

Son los psicólogos de cada paciente quienes decidirán cómo continuar la terapia, valorando las circunstancias y gravedad de cada caso. Esta decisión es individual para cada profesional, y no interviene ningún organismo estatal o autonómico.

Pedir ayuda

Cada autonomía ha abierto sus propios canales para atender a su población. «Esto es algo muy importante, porque en algunas autonomías se habla una lengua distinta, y que te atiendan en catalán o gallego, por ejemplo, hace que la terapia sea más personal y cercana», dice Santolaya.

A nivel nacional también existen aplicaciones y teléfonos de contacto, como ya se ha mencionado:

  • Población general que sufra problemas derivados de la pandemia: 917 00 79 88.
  • Para familiares de afectados por la COVID-19: 917 00 79 89.
  • Profesionales sanitarios que estén interviniendo en esta situación: 917 00 79 90.
Aplicación gratuita de ayuda psicológica.

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