Tras catorce años de gobiernos conservadores, Keir Starmer asumió el poder el 5 de julio 2024 con un enfoque realista y poco popular, en medio de la crisis desatada por la extrema derecha y las movilizaciones contra la población inmigrante, explica Michele Auga[1] en un análisis que publica IPG-Journal.
A pesar de una caída en su popularidad, Starmer ha enfatizado ante los responsables de su partido en la gravedad de la crisis económica, abordando problemas estructurales profundos. La narrativa de su gobierno se centra en enfrentar decisiones difíciles para reconstruir el Reino Unido.
En su análisis, Michele Auga señala la necesidad de que el Partido Laborista reconozca y se disculpe por las políticas neoliberales aplicadas durante la administración de Tony Blair bajo el «nuevo laborismo».
Estas políticas contribuyeron a la precarización laboral y a la creciente desigualdad social, y Auga subraya que para que el actual gobierno de Starmer recupere la confianza de los votantes, es crucial distanciarse de ese legado neoliberal y mostrar un compromiso con la justicia social.
Iniciativas políticas de Starmer en sus primeros cien días:
- Creación de una agencia nacional de empleo descentralizada.
- Apoyo alimentario a través de clubs de desayuno en escuelas públicas.
- Reversión de la privatización del sistema ferroviario.
- Creación de «Great British Energy» para liderar proyectos de energía limpia.
- Reformas laborales: fin de contratos de cero horas y de la práctica de «fire and rehire» de despido y recontratación.
- Michele Auga, dirige en Londres la oficina de la Fundación Friedrich Ebert (FES) en el Reino Unido e Irlanda. Anteriormente, dirigió los departamentos de África Subsahariana y Europa Occidental/América del Norte de la FES en Berlín, así como las oficinas de la FES en Mali, los Territorios Palestinos y las Naciones Unidas en Nueva York.