«España ha cambiado mucho para que pueda crearse un ballet como ¡Viva!» Esta frase apareció en un medio norteamericano cuando ¡Viva! pasó por el Flamenco Festival.
Desde la infancia de Manuel Liñán en Granada, cuando «de pequeño me encerraba en mi cuarto y me vestía con la falda verde de mi madre. Me adornaba el pelo con flores, me maquillaba, y bailaba a escondidas. Ese baile era impensable fuera de esas cuatro paredes», hasta esta noche del 7 de septiembre 2020, en la que ha recogido emocionado su premio en el Teatro Cervantes de Málaga, sede de la gala Premios Max 2020, España si ha cambiado mucho y muy especialmente en ese sector de las libertades individuales que permite mostrarse a cada uno como es y como siente.
Mucho ha llovido desde que la homosexualidad estaba incluida en una ley llamada de «vagos y maleantes» hasta este ¡”Viva”! gozoso, este homenaje a la libertad, al reconocimiento del componente genético femenino en el hombre y masculino en la mujer.
En “¡Viva”! los siete bailaores, no es que vayan vestidos de mujer, es que bailan como mujeres, se transforman en mujeres durante todo el espectáculo, hasta el punto de que quién no esté avisado, pensaría que está viendo un espectáculo de baile flamenco protagonizado por mujeres. El galardón votado por el público de los Premios Max para este espectáculo, quizá ha pensado en la realidad, tanto tiempo negada y reprimida, que como tal realidad estalla gozosamente en esta creación de Liñán.
En el video del Festival de Jerez 2020 que insertamos a continuación puede observarse este estallido de libertad, de alegría, de realidad.
Otro Premio Max fuera de concurso, el de Honor, ha recaído en Nacho Duato. ¿Hasta ahora no se lo habían dado?
En el capítulo de musicales, añadir que Doña Francisquita dirigida por Lluis Pasqual ha recogido el Max al Teatro de la Zarzuela por la mejor producción lírica de la pasada temporada. El finalista ha sido el musical A Chorus Line producido por Antonio Banderas.