Premios Goya 2025: una ceremonia larguísima y languideciente

«El 47» de Marcel Barrena («100 metros», «Mediterráneo») y «La infiltrada» de Arantxa Echevarría («Carmen y Lola», «Chinas», «Políticamente incorrectos»), compartieron ex aequo el Premio a la mejor película española de 2024, entregado en una ceremonia llena de fallos, que parecía no acabarse nunca.

Dejo sentado que afortunadamente no tuve que soportarla en vivo y en directo y que mis críticas se refieren a la retransmisión televisiva efectuada por el canal público TVE1.

«La infiltrada», película que también ganó el Premio a la Mejor Actriz para su protagonista, Carolina Yuste, está basada en la historia real de Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo con el que una agente de la Policía Nacional permaneció durante ocho años infiltrada en la organización abertzale ETA – donde llegó a compartir piso con dirigentes de la organización- con el objetivo de desarticular el comando Donosti, para lo cual tuvo que cortar totalmente los lazos familiares.

«El 47», mi favorita no solo de la gala sino de los estrenos del año que acaba de terminar, es una emocionante historia de resistencia y solidaridad, protagonizada por Eduard Fernández, inmenso en el papel (supongo que los académicos que deciden estos premios tuvieron que esforzarse para decidir finalmente que el Premio de Mejor Actor se lo concedían por «Marco», de Aitor Arregi y Jon Garaño, historia de un farsante que vivió haciéndose pasar por superviviente de los campos de la muerte nazis).

«El 47» habla de inmigración extremeña en la Cataluña de los años setenta, de disidencia pacífica y del movimiento vecinal de base que en 1978 transformó Barcelona y cambió la imagen de sus suburbios para siempre gracias, entre todos los habitantes del barrio, a la persistencia en la protesta de Manolo Vital, un conductor de autobús que se adueñó de un autobús de la línea 47 para desmontar la mentira que el Ayuntamiento de Barcelona se empeñaba en repetir: que los autobuses no podían subir las cuestas del distrito de Torre Baró.

La gala, que presentaron con escasa fortuna las actrices Maribel Verdú y Leonor Watling, seguramente en los peores papeles de sus vidas, empezó con un confuso homenaje a la generación del rock’n’roll -más o menos los padres, si no los abuelos de la mitad de los asistentes- con la excusa de que Miguel Ríos -que es de Granada, privilegiado escenario este año de «los Goya»- es el autor de «Bienvenidos», la canción que nos recuerda que un día también nosotros fuimos jóvenes y guapos, y que inició el afinado vozarrón de Luis Tosar quien, a pesar de haber participado como siempre en más películas que ninguno de sus colegas, en esta ocasión no formaba parte de ninguna de las listas de «nominados».

En el capítulo de homenajes, casi todos los que subieron al escenario a recoger su premio tuvieron palabras de elogio y cariño para la actriz Marisa Paredes, recientemente fallecida. Pero el homenaje grande fue para Aitana Sánchez-Gijón, un valor seguro del arte de la interpretación: no es que no lo merezca, es que me parece un poco prematuro que este tipo de galardones «a la carrera de toda una vida» se conceda a una actriz de 57 años, a la que sin duda esperan todavía interesantes personajes, tanto en teatro como en cine y televisión.

Le entregó el Goya una emocionada Maribel Verdú (ambas comenzaron sus trayectorias muy pequeñas); la emoción se contagió al público asistente con el largo y estrecho abrazo en que se fundieron las dos actrices.

El otro homenaje –Goya Internacional, ¿qué quiere decir?- fue para el actor estadounidense Richard Gere (entre otras «Oficial y caballero», «Pretty Woman», «American Gigoló», y «Hatchi», una preciosa película en la que compartía protagonismo con un perro), quien últimamente anda viviendo por aquí, feliz y orgullosamente casado con una española, y quien en un discurso en inglés advirtió de la existencia de «lugares oscuros» en todas partes. La traducción tampoco fue cum laude, pero al menos entendimos que al ciudadano Gere no el gusta nada lo que está pasando en su país.

Aparte de esto, los hijos del cantaor Enrique Morente protagonizaron un poco lucido homenaje a Federico García Lorca (también granadino) y los premiados se alargaron hasta el infinito en sus agradecimientos y dedicatorias, crítica de la que salvo al Mejor Director Novel, Javier Macipe, aragonés realizador de «La estrella azul» (sobre un cantante de rock llamado Mauricio Aznar, líder del gripo Más Birras, cuya carrera de frustró por la adicción a la heroína), cuyo agradecimiento llegó en forma de «letra de milonga».

Palmarés de los Premios Goya 2025:

  • MEJOR PELÍCULA
    La infiltrada y El 47
  • MEJOR DIRECCIÓN
    Isaki Lacuesta, Pol Rodríguez («Segundo premio»)
  • MEJOR DIRECCIÓN NOVEL
    Javier Macipe («La estrella azul»)
  • MEJOR ACTOR PROTAGONISTA
    Eduard Fernández («Marco»)
  • MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA
    Carolina Yuste («La infiltrada»)
  • MEJOR GUION ORIGINAL
    Eduard Sola («Casa en llamas»)
  • MEJOR GUION ADAPTADO
    Pedro Almodóvar («La habitación de al lado»)
  • MEJOR MÚSICA ORIGINAL
    Alberto Iglesias («La habitación de al lado»)
  • MEJOR CANCIÓN ORIGINAL
    «Los almendros», compositores: Antón Álvarez, Yerai Cortés, La Tania («La guitarra flamenca de Yerai Cortés»)
  • MEJOR ACTOR DE REPARTO
    Salva Reina («El 47»)
  • MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
    Clara Segura («El 47»)
  • MEJOR ACTOR REVELACIÓN
    Pepe Lorente («La estrella azul»)
  • MEJOR ACTRIZ RELEVACIÓN
    Laura Weissmahr («Salve Maria»)
  • MEJOR DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN
    Carlos Apolinario («El 47»)
  • MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
    Edu Grau («La habitación de al lado»)
  • MEJOR MONTAJE
    Javi Frutos («Segundo premio»)
  • MEJOR DIRECCIÓN DE ARTE
    Javier Alvariño («La Virgen Roja»)
  • MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO
    Arantxa Ezquerro («La Virgen Roja»)
  • MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA
    Karmele Soler, Sergio Pérez Berbel, Nacho Díaz («Marco»)
  • MEJOR SONIDO
    Diana Sagrista, Eva Valiño, Alejandro Castillo, Antonin Dalmasso («Segundo premio»)
  • MEJORES EFECTOS ESPECIALES
    Laura Canals, Iván López Hernández («El 47»)
  • MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
    «Mariposas Negras»
  • MEJOR PELÍCULA DOCUMENTAL
    «La guitarra flamenca de Yerai Cortés»
  • MEJOR PELÍCULA IBEROAMERICANA
    «Ainda estou aquí» (Aún estoy aquí) (Brasil)
  • MEJOR PELÍCULA EUROPEA
    «Emilia Pérez» (Francia)
  • MEJOR CORTOMETRAJE DE FICCIÓN
    «La gran obra»
  • MEJOR CORTOMETRAJE DOCUMENTAL
    «Semillas de Kivu»
  • MEJOR CORTOMETRAJE DE ANIMACIÓN
    «Cafunè»
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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