Mientras uno de cada diez vehículos de la Comunidad de Madrid circula sin seguro, en España la cifra alcanza los 2,6 millones, de ellos 1,8 turismos, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Además de la multa, que oscila entre los 601€ y los 3005€, el riesgo de circular con un coche sin seguro se traduce también en un aumento de las lesiones en caso de accidente. Pero ¿por qué el conductor rechaza asegurar su coche?
¿Cuestión de economía o de recelo?
En la era de la digitalización, hacer ciertas búsquedas y trámites no debería ser algo difícil. Según Statista, más del 78 por ciento de las viviendas en España tiene ordenador y los móviles se utilizan para acceder a la red en más del 92 por ciento de los casos. Sin embargo, y aun pudiendo servirse de algún comparador seguro coche, la desconfianza al seguro es un síntoma del conductor contemporáneo que, no obstante, ostenta fundamentos.
Especialmente, situando la liquidez como actor de peso en la decisión de renovar o no un seguro, cuyo plazo de gracia a menudo no es suficiente para que el cliente reúna el dinero necesario. Menos aún, en una situación de incertidumbre económica como la actual, en la que cualquier pequeño movimiento en la cartera doméstica —incluido uno necesario como el seguro— está sujeto a examen.
El riesgo de circular con un coche no asegurado
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), de los más de 2,6 millones de vehículos que circulan sin seguro en España, 1,8 millones son coches. Aunque la reticencia al seguro sea en su mayoría por una razón económica, al ritmo de 130.000 multas al año por no tener el seguro —doblando las cifras de las multas por drogas y alcoholemia juntas— las penalizaciones no compensan, al tratarse de multas desde 601€ y hasta los 3005€.
Otro dato para entender la necesidad de los seguros tiene que ver con la accidentalidad. Según la DGT, la posibilidad de sufrir una lesión se multiplica por 2,4 en accidentes contra vehículos sin seguro, el tiempo de resolución se demora un 12 por ciento más y, por si fuera poco, también se duplica el coste medio de los daños. Aun así, 300.000 son los siniestros de coches sin seguro que han tenido lugar en el país durante la última década.
Madrid no es un caso ajeno. Según publicaba el pasado enero la revista CESVIMAP, el 9,8 por ciento de los vehículos madrileños circula sin seguro. Son uno de cada diez los vehículos que en la Comunidad Madrid se exponen a mayor accidentalidad, con toda una serie de agravantes punitivos en caso de darse el hipotético accidente. Pero, a sabiendas de los datos, ¿cuáles son entonces las razones que conducen a cometer esta grave falta?
¿Es el precio un obstáculo para el seguro de coche?
Como es evidente, una de las ya mencionadas y principales razones por las que algunos conductores rehusan asegurar su coche es a causa del elevado coste. A menudo, fruto más propio del desconocimiento del mercado de las aseguradoras que de la ausencia de ofertas, ya que existe un variado número de pólizas cuyas compañías, a causa de la caída de ventas de vehículos, compiten con el precio como arma.
En febrero de este año, los medios publicaban que el seguro medio de coche empezó a bajar a mínimos como respuesta al mal ratio de ventas de vehículos. Se trata así de salir a flote de una crisis de suministros y persuadir a conductores afectados por la economía doméstica, arrastrada desde la pandemia y ahora combatiendo la inflación. Factores que han hecho del vehículo y su conducción —seguro incluido— todo un lujo.
Encontrar aseguradora no es algo imposible
Hoy es un buen momento para echar un vistazo a la oferta de las aseguradoras, pero, dejando a un lado los comentados factores, el miedo a posibles resubidas en el coste de las pólizas también afecta a muchos conductores. Bajo el prisma de la austeridad y el ahorro que impera en tiempos de crisis y que impulsa la atención al detalle, recelan de una oferta, a su juicio, de corte más promocional —y, por tanto, limitada— que real.
No obstante, según los últimos datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, el número de aseguradoras en España orbita las doscientas, por lo que no debería ser difícil para el conductor indagar en sus distintos servicios y escoger aquella póliza que se amolde mejor a su realidad económica. Un procedimiento fácil gracias al acceso en red y los atajos que permiten algunos comparadores de seguros.
Estos comparadores permiten una búsqueda afín a las prioridades y necesidades del conductor gracias a sus filtros. Pero, además de comparar las opciones disponibles en el mercado, elementos como los detalles de cobertura, políticas de pago y, evidentemente, su legalidad para evitar una estafa, son de suma relevancia. En especial, si no queremos accidentarnos o recibir una de esas 130.000 multas anuales.