La última semana de agosto se celebra cada año la Noche Internacional del Murciélago (International Bat Night) con eventos diferentes en todo el mundo abiertos al público. En ellos se pretende concienciar y dar a la población la oportunidad de ayudar a la conservación y mantenimiento de los murciélagos.
En la madrileña localidad de Pinto colocan cajas refugio para garantizar la supervivencia de estos mamíferos.
Los refugios, constan de dos cámaras, con paso entre una y otra cámara, y son el resultado de un proceso de economía circular, ya que se han obtenido a partir de la madera reciclada por la ciudadanía de la localidad, pues había sido entregada directamente en el Punto Limpio o de los enseres recogidos en los domicilios.
Estas cajas, que se sitúan en diferentes zonas verdes de Pinto, aumentarán los espacios para ayudar a la conservación y supervivencia de estos mamíferos.
Una especie beneficiosa
Los murciélagos, además de polinizadores gracias a sus vuelos de hasta cincuenta kilómetros en una noche, son excelentes controladores de plagas de insectos (pueden llegan a ingerir hasta tres mil mosquitos en una sola noche).
En Pinto, actualmente ya hay diez cajas refugio, colocadas en el parque del Egido y el municipal, para servir de vivienda a individuos de, al menos, tres especies diferentes, todos ellos muy pequeños (aunque al desplegar los brazos ocupen un espacio mayor) y pertenecen a la familia pipistrellus, la más común: Pipistrellus pipistrellus o común, Pipistrellus pigmeo o soprano (por su tamaño y el elevado timbre de su sonido) y el Pipistrellus kulhii o de borde claro (por el color característico en el borde del patagio o membrana que hace las veces de ala).