Hay decenas de definiciones y usos de la palabra frontera, casi siempre en el sentido de división o conflicto, pero el pasado miércoles 13 de septiembre (2023), en la inauguración de la exposición La noche de la frontera en el Instituto Francés de Madrid, aprendimos otros abordajes de la mano de la comisaria Inés Muñoz Cano, y de las obras de artistas en residencia en la Casa de Velázquez, Milena Charbit, Arash Fayez y Jeanne Lafont residentes 2022/2023 y Olivia Funes Lastra y Assoukrou Ake que están al principio de su beca este curso 2023/2024.
Una frontera no es un no lugar, por el contrario es un lugar en sí misma, – empezó diciendo la comisaria Inés Muñoz – no tiene porqué ser un ente en conflicto. Los artistas me enseñaron que es un lugar de tránsito, de oportunidades, de encuentro con el otro, un lugar de resistencia, de creatividad, de convivencia… Así que tras hablar con los artistas, pensé en la exposición como un recorrido por cinco fronteras simbólicas. Un espacio sin referencias claras, con el fin de apreciar su potencial y sumergirse en él.
El trabajo presentado por esta polifacética francesa, Milena Charbit, da nombre a la exposición, La noche de la frontera, que representa el tránsito de nacionalidad dos veces al año de la Isla de los Faisanes, un lugar sin habitantes, en la desembocadura del río Bidasoa en el Golfo de Vizcaya.
Es seis meses española y otros seis francesa desde 1659, en que sirvió como lugar de encuentro entre Luis XIV y Felipe IV cuando se reunieron en esa ocasión para firmar el Tratado de los Pirineos. Y desde ese momento cuenta con dos virreyes, uno español y otro francés.
Como lugar de arte, el pintor Diego Velázquez plasmó en un cuadro la escena de ese encuentro histórico. Hasta el Camino de Santiago se menciona en el enorme panel, es tradición que cada peregrino que regresa del Camino deposite allí una vieira.
La creatividad de Milena ha plasmado todas las posibilidades de recreación de cualquier mundo, real o ficticio, un laboratorio de prototipos relacionados con las peculiaridades de la isla.
Para el ciudadano de Costa de Marfil Assoukrou Ake, su instalación, un collage de formas negras sobre rectángulos de páginas de enciclopedia en pequeño formato, quiere reflejar la idea sin distancia De los tumultos del mundo al silencio del papel, que conecta con la temática de frontera.
Una obra hija del confinamiento del Covid, frontera mundial, con formas que representan la violencia del momento junto a algunas frases talismán, protectoras, contra cualquier violencia.
Ake se sirve de un diccionario editado en su país bajo el mandato británico en 1906, curiosamente dirigido a los niños y empleados para fomentar el estudio y el trabajo; y también de una leyenda que escuchó de pequeño sobre la lección que un niño dio a su padre, un dios del conocimiento, quien acabó reconociendo humildemente que el verdadero conocimiento radica donde no alcanza la vista. Un collage construido con metáforas en imagen que nos acerca a toda una simbología de fronteras.
La instalación de la argentina Olivia Funes Lastra es una arquitectura de telas pintadas, texturas y colores, que ocupa el centro de la galería, casi en cascada que cae de modo asimétrico de un techo también textil. El concepto frontera se define aquí como la pintura itinerante que refleja la memoria de territorios que se identifican por medio de telas y colores en un diálogo transcultural.
El material textil y los colores han sido como viajeros nómadas a lo largo y ancho de tiempos y geografías. El color representa la frontera entre las distintas lenguas, como en la historia de la artista, que creció en varios lugares e idiomas. El resultado es su encuentro con un lenguaje propio en su expresión artística a través de la pintura.
Olivia con esa complejidad creativa que la caracteriza, capta su relación con la arquitectura del premio Pritzker japonés Tadao Ando, nómada autodidacta que creó su estilo y personalidad viajando por Europa, África y Estados Unidos.
Así, para esta instalación, le interesaron los colores nocturnos de costaneras y paisajes marítimos, salpicados por la luz de la luna y faros que dialogan de forma abstracta del azul al violeta, del verde oscuro al marrón y como pilar de anclaje el amarillo. Todo ello se construye alrededor de pilares de la galería.
El trabajo de la francesa Jeanne Lafont describe diversos ámbitos de Madrid, observados durante su año de residencia. Se interesó por la naturaleza «salvaje» dentro de la ciudad; descampados, bordes de autopistas, partes no construidas, presencia de una naturaleza que en Francia no existe. Esta naturaleza salvaje está lejos de su experiencia cotidiana.
Su proyecto también atraviesa Madrid a través de sus espacios verdes. Su gran descubrimiento fueron los arroyos hoy subterráneos sobre los que se construyó la ciudad primitiva.
Ahí nació la noción de esta artista sobre la desaparición de fronteras entre espacios salvajes y domesticados, donde empieza la relación sensible con los seres humanos de Madrid.
Una de sus propuestas es la desaparición de la zona este de la M-30, que pasa sobre el principal arroyo soterrado. La supresión es para hacer reaparecer el arroyo.
La artista basa otra de sus propuestas en la rareza actual de la presencia de águilas imperiales ibéricas en Madrid, especie en peligro de extinción. Lafont se propone marcar los territorios de estas águilas, poniendo el foco en su existencia en una ciudad tan grande como el Madrid actual.
La obra del artista iraní Arash Fayez cierra la exposición, con una gran paradoja de la idea de frontera. Aquí es un espacio de poder fascinante a la par que ignorado. Su trabajo resalta esta dualidad, y el desafío del esfuerzo de adaptación y transformación, como indicador de que nos encontramos en un espacio entre dos mundos. Conclusión: La identidad que habita la frontera no es sino una creación en evolución continua e ilimitada.
Excelentes trabajos, creadores de aperturas hacia conceptos muy novedosos y positivos de frontera. Y excelente la oferta anual de residencias a artistas procedentes de cualquier parte del mundo por parte de la Casa de Velázquez, la institución cultural francesa en el extranjero dedicada aquí al estudio de la hispanidad. Depende del Ministerio de Educación Nacional de Francia.
[…] Pero ¿qué es una frontera? […]