Parthènope es el nombre de la primera fundación de la ciudad italiana de Nápoles. En su sentido actual: natural de la ciudad italiana de Nápoles. Y también el título de la controvertida décima película del director napolitano Paolo Sorrentino («La gran belleza», «Fue la mano de Dios», «La juventud») sobre el mito que da origen a su ciudad.
Llega a los cines españoles el día de Navidad, después de estrenarse en el Festival de Cannes –donde los incondicionales la definieron como «sublime», mientras los demás hablaban de fracaso- y de participar en la sección Perlak del Festival de San Sebastián.
La película, rodada en Nápoles y en la isla de Capri con guión del propio Sorrentino y Umberto Contarello, está protagonizada por la debutante Celeste Dalla Porta y la espléndida veterana Stefania Sandrelli («Novecento», «El conformista», «Divorcio a la italiana»), en el papel de Parthenope en distintas etapas de su vida. Completan el reparto Gary Oldman («Drácula», »El instante más oscuro»), Luisa Ranieri («Fue la mano de Dios»), Silvio Orlando («Ariaferma», «El sol del futuro»), Isabella Ferrari («La gran belleza») y Giampiero De Concilio («La cena perfecta»).
La película cuenta la vida de Parthenope[1] – del nombre de la sirena griega que dio origen a la ciudad de Nápoles- desde su nacimiento hasta la actualidad.
1950: una niña acaba de nacer en el mar, a los pies de la imponente villa familiar (en italiano se dice palazzo, palacio). Su padrino, un coronel omnipotente que le ha regalado una carroza para que le sirva de cuna, decide el nombre que va a llevar la criatura.
Pasa el tiempo y Parthenope (Celeste Dalla Porta) se convierte en una joven bellísima a la que todos desean, incluido su hermano Raimondo, del que dicen que es frágil, y Sandrino, el amigo de la infancia, enamorado locamente. Los tres al lado del mar y debajo de una toalla son seguramente la imagen más impactante de toda la historia.
El verano perfecto en Capri, la epopeya de una juventud despreocupada, las decisiones que todo lo cambian para siempre. Y en torno a Parthenope – mito, musa, diosa, una belleza que alternativamente brilla y se apaga-, Nápoles, una ciudad próxima y lejana, imposible de definir; y los napolitanos, amados, desilusionados, irónicos, melancólicos y trágicos. «La vida puede ser muy larga, memorable u ordinaria. El tiempo que pasa ofrece todo un repertorio de sentimientos». Y luego, el drama.
«¿Qué es la antropología ?» La pregunta de Parthenope salpica toda la película. «La antropología es ver cuando todo lo demás falta», le dirá el viejo profesor que recuerda a Billy Wilder.
Parthénope acaba sus estudios de antropología y se marcha de Nápoles. Volvemos a encontrarla muchos años después, recién jubilada, (encarnada esta vez en la extraordinaria actriz italiana Stefania Sandrelli). Regresa a Nápoles y la película termina «con la imagen de esta vieja dama bailando con un helado en la mano, maravillada como un niño ante el espectáculo de un camión-barco que transporta el júbilo de un grupo de aficionados al fútbol» (France Télévisions).
Una especie de gesta femenina, la vida de una mujer brillante y fascinante que, haciendo honor a su nombre, sale del agua como una sirena; retrato de una mujer sin prejuicios que es a la vez una carta de amor a la mujer, a la belleza, al arte y a ese Nápoles que hechiza y enamora. Un cuento que rebosa pasión y libertad y nos pasea de los amores verdaderos a los que carecen de futuro y nos condenan al dolor. Una réplica femenina del Jep Gambardella, el novelista desilusionado de «La gran belleza», qu atrae todas las miradas allá por donde pasa.
Y luego está Nápoles, luminosa y macabra, teatral como su pueblo, «que vuelve una y otra vez a su litoral bendecido por los dioses. El mar, los decorados, los palacios deteriorados, los colores azul cielo del legendario equipo de fútbol…todo eso se desarrolla, sabiamente, en un clima de melancolía adulterada. Lejos del ‘Fellini Roma’, un hito inevitable, este ‘Sorrentino Napoli’ no es más que una suma de bonitos clichés» (Télérama).
Una película contemplativa y melancólica, desconectada del mundo y los problemas que conforman la sociedad actual, un ensayo de imágenes poderosas que fascinan. Como siempre, Sorrentino consigue que sea «formalmente sublime (…) filosóficamente profunda (…) cinematográficamente: imágenes y diálogos elegantes, una atmósfera napolitana, unos actores que irradian la pantalla» (mondocine.net), y una larga elegía que repasa la existencia, la juventud, la belleza, el amor, la pareja, la homosexualidad, la vida y la muerte, la desilusión, el tiempo que pasa y no volverá nunca, el suicidio…
- «Parthenope» estará en los cines de Madrid a partir del miércoles 25 de diciembre de 2024