
«Otelo no es un rol fácil, requiere madurez emocional, voz trabajada y juego escénico», así me comentó uno de los grandes tenores hispanos, Gastón Rivero, cuando lo entrevisté por haber cubierto ese papel durante varias temporadas.
Otelo, obra de Shakespeare, es el drama de los celos. ¿Y qué son los celos?
Un sentimiento intenso que puede llegar a acciones enfermizas que desencadenan la muerte, crimen o suicido. Hay varios tipos de celos, entre ellos: laborales, infantiles, de pareja y patológicos que son los mas extremos.
Detrás de esta tragedia shakesperiana hay un profundo análisis de la manipulación de los seres, de las intrigas y de cómo se puede armar un contexto para inducir y provocar las situaciones críticas y mortales.
En la actualidad hay varios hechos en nuestra sociedad que lo demuestran. Shakespeare conocía el alma humana y sus maquinaciones. Esas oscuridades nos persiguen, a través de la política, las guerras y las relaciones humanas.
La celotipia o celos patológicos, como los que vivía el personaje de esta ópera, paralizan al individuo y llegan a un temor exacerbado que afecta su vivir. La actitud enfermiza hacia la persona amada o de otra persona cercana puede desencadenar conductas extremas que afecten su entorno. Otelo vive entre nosotros. Por eso, la obra literaria de Shakespeare es eterna y actual.
La ópera Otelo del genial Giuseppe Verdi, basada en el texto del dramaturgo inglés, se presenta, en el Teatro Real, el 19 de septiembre hasta el 6 de octubre, con varias funciones y actividades paralelas.
Cabe destacar que el Teatro Real escoge su repertorio alternando lo clásico con lo moderno, la puesta en escena de producciones extranjeras con producciones locales y que siempre esta atento a la diversidad operística y a la calidad.
En esta temporada la totalidad de las óperas serán producciones del Teatro Real: ocho son nuevas coproducciones y dos son reposiciones.
Otelo es una reposición y la producción fue concebida por David Alden, se estrenó en el Teatro Real en 2016 y transcurre en una devastada ciudad del Mediterráneo, escenario que pone en relieve las inseguridades y aislamiento del personaje torturado por los celos y manipulado astutamente por Yago. Personalmente no concibo Otelo sin Venecia, pero comprendo la elección de una isla como concentración dramática.
Nicola Luisotti es uno de los grandes directores verdianos en la actualidad y dirigirá su noveno título de Verdi en el Real, al frente de dos repartos estelares, del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de los pequeños cantores de la ORCAM. Esta reposición de Otelo es coproducción con English National Opera y la Opera Real de Estocolmo.
El reparto cuenta con el joven tenor Brian Jagde– quien debuta en el papel-, Jorge de León y Ángelo Villari, en el rol titular. Las sopranos: Asmik Grigorian y María Agresta como Desdemona, los barítonos: Gabriele Viviani, Vladimir Stoyanov y Franco Vassallo como Yago. Completan el quinteto protagonista Enkelejda Shkoza en Emilia y Airam Hernández en Cassio.
Verdi ya era septuagenario, veía el ascenso de la ópera wagneriana, se había retirado, observando las transformaciones operísticas. Sin embargo, Giulio Ricordi, editor y amigo de Verdi, lo convenció de retornar a la ópera, después de un periodo donde Wagner se imponía.
La pasión por el mundo lirico y el tema de Shakespeare conmovieron a Verdi quien compuso, en esos años, sus dos últimas y mejores operas: Otelo y Falstaff.
Con Otelo su inspiración musical llega al clímax, renovando el lenguaje operístico, y dándole un giro no racista al tema, no por el color de piel de Otelo, sino concentrándose en la dramática situación de los celos, en la intriga de Yago, en la manipulación planeada y en la inseguridad, complejos y soledad del protagonista, un marginado que se considera indigno del amor de la rubia y bella Desdémona.
Verdi utiliza toda su experiencia musical para crear una partitura donde se funden arias, dúos, recitativo y coro, en una permanente tensión dramática, mostrando la complejidad del tema, la pasión y los celos, la debilidad humana. Verdi comprende el texto shakesperiano desde su profundidad literaria, y lo aviva con su propia experiencia de vida. Música y literatura se funden en momentos de gran intensidad emocional.
Homenaje a Shakeaspeare y a Mario Vargas Llosa
Esta reposición se enmarca en el Homenaje a William Shakespeare, que une toda la programación de la temporada con cuatro operas y un ballet que evocan al genial escritor inglés, fuente inspiradora de todos los tiempos.
En esta temporada 2025-26 se ofrecerán: La reina de las hadas de Henry Purcell; Romeo y Julieta de Charles Gounod; El sueño de una noche de verano de Benjamín Britten y el espectáculo de Romeo y Julieta interpretado por el Ballet Real de Suecia.
El Teatro Real en un gesto de unión de literatura y música, le rinde, a su vez, un homenaje al escritor Mario Vargas Llosa, dedicándole todas las funciones de Otelo. Vargas Llosa durante dos décadas tuvo un profundo vinculo institucional y personal con el Teatro Real, del que fue Patrono de Honor y presidente de Honor del Consejo Asesor.
Los valores de las obras de arte, literarias y musicales no perecen porque nos revelan nuestra esencia humana, son universales y atraviesan el tiempo.
Actividades culturales
Como es costumbre se desarrollarán una serie de actividades culturales:
25 de septiembre 19,30 horas. Plaza de Isabel II Retrasmisión en Directo, en Mezzo TV, Medici TV, y My Opera Player.
30 de septiembre – 19,30 horas. Recital de Asmik Grigorian con el pianista Lukas Geniusas.
6 de octubre- 11.00y 13.00 horas Real Teatro de Retiro, Sala Pacifico Música en Familia presentado por Fernando Palacios con la soprano Paula Malagón y la pianista Carolina Hernández.
Gracias Teatro Real por esta temporada y por Otelo, el drama de los celos, de las intrigas y manipulaciones que reflejan nuestra naturaleza humana.
Más información en la página web de Teatro Real.