Oración profana por Colita

En la muerte de una de las mejores fotógrafas españolas

Cuando después de la muerte de Franco la prensa comenzó a publicar noticias y reportajes sobre movimientos que reivindicaban los derechos sociales y políticos propios de una democracia, las informaciones comenzaron a ilustrarse con fotografías que al lector habitual de periódicos le resultaban diferentes.

Aun no interesaban tanto los nombres de sus autores como las imágenes poderosas que transmitían sobre aquellos acontecimientos, aunque poco a poco algunas firmas fueron haciéndose conocidas. Algunas estaban hechas por mujeres. Una de ellas, que firmaba con el seudónimo de Colita se llamaba Isabel Steva Hernández. Murió el último día de 2023 a los 83 años en su Barcelona natal.

Colita (adoptó ese nombre porque su padre de niña le decía que había nacido de una col) estudió en la Universidad de la Sorbona de París y a su regreso a Barcelona se inició en la fotografía con Oriol Maspons y Xabier Miserachs utilizando una cámara que su padre le había regalado cuando tenía doce años.

Pronto se hizo un lugar entre la intelligentsia catalana con amistades como la del poeta Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y los escritores Terenci Moix y su hermana Ana María, a quienes retrató incesantemente. También a otros personajes de la cultura como Rafael Alberti, OrsonWelles, Miró y Dalí. En 1965 ya expuso en el Colegio de Arquitectos de Barcelona en la colectiva «Evocaciò del modernisme».

La primera vez que aprecié seriamente la calidad de las fotografías de Colita fue con motivo de las ilustraciones del libro de José Manuel Caballero Bonald «Luces y sombras del flamenco», publicado en 1975 por la editorial Lumen. Fotos de Chano Lobato, ‘La Piriñaca’, Antonio Mairena y ‘El borrico’ poblaban las páginas de aquel riguroso ensayo. El mundo del flamenco no le era ajeno a Colita, quien había colaborado en la película «Los Tarantos» y había hecho fotos a Antonio Gades y a La Chunga en los tablaos madrileños y a los gitanos del barrio de Somorrostro. A Carmen Amaya, a quien recuerda como la primera persona que le compró una fotografía, dedicó una de sus exposiciones monográficas.

Se especializó en el retrato y fotografió a los personajes de la Nova Cançó catalana, con los que publicó «Crónica apassionada de la Nova Cançó», y con 44 fotos inéditas de Serrat hizo en 1998 en Cornellá de Llobregat la exposición monográfica «El Serrat de Colita».

Fue la principal documentalista de la Gauche Divine barcelonesa. En 1971 inauguró una gran exposición monográfica sobre aquel movimiento en la sala Axelà de Barcelona con el título «La gauche qui rit». No duró ni veinticuatro horas porque la policía clausuró la muestra al día siguiente y cerró la galería.

Durante los últimos años del franquismo y la transición colaboró en varias revistas (Interviú, Cuadernos para el diálogo, Boccaccio, Destino) en las que hizo reportajes sobre la muerte de Franco, el encierro en Montserrat, los manicomios, los enfermos de sida, las primeras manifestaciones de gays, los presos de la COPEL, las prostitutas de Robadors y sobre personajes como Ocaña y Ángel Pavlovsky, documentando gráficamente aquellos años.

Otro tema de sus retratos lo dedicó a escritores. Vivía en Barcelona durante los años del boom, en los que también estaban allí Vargas Llosa, García Márquez, José Donoso o el editor Jorge Herralde. Es poco conocida, a pesar de su calidad, la serie de fotografías que tomó en Cuba en 1994. En 2014 La Pedrera le dedicó una exposición antológica que reunía más de cien obras. Ese año le dieron el Premio Nacional de Fotografía, que rechazó en protesta por la política del ministro de Cultura José Ignacio Wert.

Una de sus fotografías más conocidas es la de un cerdo feliz que hizo en 1987, de cuyo rostro parece emanar, efectivamente, la felicidad de quien está en la granja sólo para comer y cubrir hembras. Entre sus más de treinta libros destacan «El ensanche de Barcelona», «Piel de toro» y «Antifémina», este último con Maria Aurèlia Capmany. Con la fotógrafa Pilar Aymerich hizo otro sobre los cementerios de Barcelona. A pesar de que había decidido dejar la fotografía, en 2011 las movilizaciones del 15M en Barcelona la animaron a tomar de nuevo la cámara para inmortalizar aquellos acontecimientos.

En 2015 el realizador Ventura Pons hizo sobre ella el documental «Cola, Colita, Colassa (Oda a Barcelona)».

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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