La operación verano para los meses de julio y agosto de la Dirección General de Tráfico (DGT), ha sido presentada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
De acuerdo con los posibles desplazamientos que se prevén en los meses venideros, la DGT ha presentado la campaña de control de tráfico en la que se han incluido mil trescientos radares; doce helicópteros Pegasus; setecientos radares fijos, (ochenta de ellos de tramo); quinientos cuarenta y ocho radares móviles; doscientas cámaras de tráfico y quince furgonetas camufladas para que sean cumplidas las normas de circulación.
Acompañado por el director general de Tráfico, Pere Navarro, el ministro del Interior ha dado cuenta del nuevo lema que se ha adoptado; «este país no puede soportar más muertes, al conducir, extrema las precauciones».
Una de las previsiones que sospecha Interior será el uso del transporte masivo que evitará nuevos contagios, por tanto, las posibilidades de accidente aumentan exponencialmente. Desde el uso del vehículo bajo un estado de embriaguez, hasta el cansancio o las preocupaciones que pueden procurar despistes que lleven a tener un golpe.
De igual forma, se ha dado cuenta del riesgo que supone realizar viajes cortos y entre provincias, que no supongan muchos kilómetros. La costumbre, la falta de atención y el calor, pueden fomentar el incremento de accidentes y otros problemas asociados a los desplazamientos en distancias próximas.
El ministro ha resaltado su especial inquietud por los motoristas que se han dejado la vida en las carreteras españolas. Para ello, el ministerio está estudiando la posibilidad de incluir airbags en las motos o bien, que los conductores lleven unos trajes que les permitan evitar los golpes.