La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho público un informe en el que cifra en 708 millones las mujeres que en todo el mundo están fuera de la fuerza laboral debido a responsabilidades de cuidado no remuneradas, informa la IPS.

«Las mujeres asumen una parte desproporcionada de las responsabilidades de cuidado, lo que impide su participación en la fuerza laboral», afirmó Sukti Dasgupta, directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.

Entre los factores que asientan esa desigualdad, Dasgupta mencionó los bajos niveles de educación, las oportunidades laborales limitadas, la mala infraestructura, la residencia rural y los sistemas de atención y apoyo inadecuados.

«Además, las expectativas y normas sociales en torno al cuidado restringen aún más la inclusión de las mujeres en el mercado laboral y profundizan las desigualdades de género», agregó la economista experta en tema de empleo, género y pobreza.

Por su parte, la entidad de las Naciones Unidas ONU Mujeres destaca que en el mundo las mujeres son las proveedoras por defecto del trabajo de cuidados no remunerado, dedicándole 2,5 veces más tiempo que los hombres, lo que les impide gozar plenamente sus derechos.

En 2023, de acuerdo con los datos de la OIT, 748 millones de personas de quince años o más no participaban en la fuerza laboral mundial debido a responsabilidades de cuidado, lo que representa un tercio de todas las personas en edad de trabajar fuera de la fuerza laboral.

De ellas, 708 millones eran mujeres, y hombres 40 millones.

Con base en datos como estos, la OIT adoptó en junio 2024 una Resolución sobre el trabajo decente y la economía del cuidado, primer acuerdo tripartito mundial –gobiernos, sindicatos y patronos- sobre la cuestión.

Esa resolución afirma que «una economía del cuidado que funcione bien no solo apoya a las personas y las familias, sino que también contribuye a una fuerza laboral más saludable, crea empleos y mejora la productividad».

Destaca las «barreras estructurales» que el trabajo de cuidado no remunerado crea para que las mujeres participen, permanezcan y progresen en la fuerza laboral, y exige políticas y sistemas que contrarresten las desigualdades en términos de quién recibe y proporciona cuidados.

La OIT considera que muchos países han avanzado en la promoción de la participación de las mujeres cuidadoras, y que en un mundo que se está transformando debido a los cambios demográficos, el envejecimiento de la población y el cambio climático, es probable que aumente la demanda de servicios de cuidado.

Sobre ese aspecto, ONU Mujeres destacó avances logrados en los últimos años, como las recientes aprobaciones de leyes que establecen sistemas nacionales de cuidados en Brasil, Chile, Colombia y Panamá.

Asimismo, el uso en Kenia de los datos de su primera encuesta nacional sobre el uso del tiempo para desarrollar su política nacional de cuidados, la ley de bienestar de los cuidadores en Filipinas, y nuevas estrategias de atención y apoyo en los sistemas de cuidado en las comunidades que adoptan países como España y Canadá.

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