Las hamburguesas de supermercado tienen el doble de grasa que un filete de ternera, según un análisis de OCU que ha detectado que, aunque la calidad de la carne es «en general aceptable», contienen una «significativa» proporción de grasa, con casi un catorce por ciento de media frente al seis por ciento de un filete de ternera.
Así lo precisa la organización de consumidores en un comunicado en el que agrega que el aporte de sal también es «elevado», con 1,46 gramos por cien gramos de hamburguesa de media, y que dos de cada tres superan los 1,25 gramos a partir de los cuales la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición considera que un alimento tiene un exceso de sal.
Entre las dieciséis hamburguesas de vacuno frescas analizadas -seis preparados de carne picada y diez hamburguesas de carne- destaca por su buena relación calidad-precio la de la marca ‘El Encinar de Humienda’ mientras que, según el estudio, la «peor» es la de Lidl raza frisona, elaborada a partir de una carne «pobre» en proteína y con un alto contenido en colágeno y en la que se han detectado problemas «puntuales» de higiene.
OCU recomienda no abusar del consumo de este alimento, sobre todo si son hamburguesas de carne ya que, además, incluyen una cierta cantidad de sulfitos, aditivos que pueden causar dolores de cabeza y náuseas aunque no se han encontrado en cantidades «preocupantes».
Los resultados confirman que a la carne de este tipo de hamburguesas se le añaden otros ingredientes, como la cebolla, la soja, el arroz o el maíz, cortados «tan finos que rara vez se aprecian». Su cantidad suele ser mayor en las hamburguesas de carne, pero varía entre un tres por ciento de la Hamburguesa Nostra Ternera Selección y un cuarenta por ciento de la Eroski Basik Burger meat vacuno y, según OCU, es el factor que «más influye» en el precio final.
A la luz de estos datos, la organización recomienda «priorizar» el consumo de hamburguesas caseras, sobre todo porque el consumidor puede elegir y ver el corte de carne directamente en la carnicería
