La Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (Unoc3) concluyó este 13 de junio 2025 con un llamamiento urgente a los gobiernos para que traduzcan sus declaraciones públicas en medidas concretas para proteger los océanos del mundo, informa Kizito Makoye (IPS) desde la ciudad francesa de Niza, sede del encuentro.
Copatrocinada por Francia y Costa Rica, la cumbre reunió a más de quince mil participantes, entre ellos cincuenta jefes de Estado y de gobierno, líderes de la sociedad civil, científicos, jóvenes y comunidades indígenas, en un encuentro de una semana de duración que ha sido calificado como un hito para la diplomacia oceánica y una prueba de la determinación mundial.
«Esta conferencia ha sido un éxito rotundo», declaró Olivier Poivre d’Arvor, enviado especial de Francia para los océanos: «No solo clausuramos con esperanza, sino con compromisos concretos, una dirección clara y un impulso innegable», aseguró.
El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, destacó la amplitud de la participación y la importancia de la ciencia en la toma de decisiones.
«Junto con Francia, hemos trabajado para lograr una conferencia orientada a la acción, en la que todos los actores estén representados y en la que las finanzas y la ciencia vayan de la mano», afirmó durante la clausura.
El secretario general de la Unoc3, Li Chunhua, subrayó la necesidad de la implementación: «La verdadera prueba no es lo que hemos dicho aquí, sino lo que hagamos a continuación. La ola de cambio se ha formado. Ahora es nuestra responsabilidad colectiva impulsarla».
Principales resultados y anuncios
Uno de los logros más esperados de la conferencia fue el avance en el Tratado de Alta Mar, conocido oficialmente como Acuerdo sobre la Biodiversidad de las Zonas Marinas sin Jurisdicción Nacional (BBNJ, en inglés).
Con 51 ratificaciones confirmadas y sesenta necesarias para su entrada en vigor, el tratado promete la creación de áreas marinas protegidas en aguas internacionales, una herramienta crucial para alcanzar el objetivo de proteger treinta por ciento de los océanos del mundo para 2030.
Además, se registraron ochocientos nuevos compromisos voluntarios en los diez paneles de acción oceánica de múltiples partes interesadas, que abordan cuestiones que van desde la contaminación marina y los ecosistemas de aguas profundas hasta la financiación de los océanos y el papel de los pueblos indígenas.
Entre las iniciativas nuevas y reforzadas puestas en marcha durante la Unoc3 figuran las siguientes:
- El Mecanismo de Financiamiento Un Océano, cuyo objetivo es equilibrar el déficit de financiación de miles de millones de dólares para la conservación de los océanos.
- El Pacto Europeo por los Océanos, que refuerza la cooperación de ese continente para la gestión sostenible de los océanos.
- La Coalición para la Resiliencia Costera y el Aumento del Nivel del Mar, que apoya a las comunidades vulnerables que se encuentran en primera línea del aumento del nivel del mar.
La Unoc3 también fue testigo de un creciente apoyo a la moratoria de la minería en aguas profundas, a la que se sumaron cuatro países más, lo que eleva el total a 37.
«Cada vez son más los países que escuchan a la ciencia y las demandas de los jóvenes en favor de su patrimonio común por encima de los intereses comerciales», señaló Tinoco.
Sociedad civil: «Las buenas palabras deben traducirse ahora en acciones»
A pesar de estos compromisos, los grupos ecologistas expresaron su frustración por el hecho de que la conferencia no haya tomado decisiones más firmes y jurídicamente vinculantes, especialmente en lo que respecta a la minería en aguas profundas.
«Hemos escuchado muchas palabras bonitas aquí en Niza, pero estas deben traducirse en acciones tangibles», afirmó Megan Randles, jefa de la delegación de Greenpeace.
Añadió que «los países deben ser valientes y hacer historia comprometiéndose a una moratoria de la minería en aguas profundas en la reunión de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) del próximo mes».
Randles acogió con satisfacción los avances en la ratificación del Tratado de los Océanos, pero afirmó que los gobiernos «han perdido el momento» para tomar medidas más firmes contra las industrias que amenazan los ecosistemas marinos.
«Las profundidades marinas no deben convertirse en el salvaje oeste», añadió, en referencia a la afirmación del secretario general de la ONU, António Guterres el lunes 9, durante la apertura de la Unoc3.
Los activistas también destacaron la importancia de las próximas negociaciones para un Tratado Global sobre los Plásticos, que se reanudarán en Ginebra en agosto.
Noventa y cinco gobiernos firmaron el «Llamamiento de Niza por un tratado ambicioso sobre los plásticos», pero sigue existiendo la preocupación de que los grupos de presión de los intereses petroleros y petroquímicos pueda diluir el acuerdo.
«El mundo no puede permitirse un tratado débil dictado por obstruccionistas empapados de petróleo», afirmó John Hocevar, director de la campaña sobre los océanos de Greenpeace Estados Unidos.
Para el activista, «los gobiernos deben demostrar que el multilateralismo sigue funcionando para las personas y el planeta, y no para los beneficios de unos pocos codiciosos».
Voces indígenas y justicia oceánica
Las comunidades costeras e indígenas tuvieron una presencia visible durante toda la conferencia, especialmente en la llamada «Zona Verde» de La Valeta, que en Niza acogió a más de cien mil participantes de la sociedad civil y donde se celebraron encuentros de organizaciones, foros juveniles y exposiciones artísticas.
Nichanan Thantanwit, directora de proyectos del Proyecto por la Justicia Océanica, destacó la continua marginación de los guardianes tradicionales del océano.
«No hay protección del océano sin las personas que lo han protegido desde siempre. Los gobiernos deben reconocer a los pescadores artesanales y a los pueblos indígenas como titulares de derechos y garantizar su papel en la gobernanza de los océanos», afirmó.
También pidió el fin de las prácticas industriales destructivas, como la pesca de arrastre del fondo marino y la acuicultura nociva, que, a su juicio, «provocan el colapso ecológico y violaciones de los derechos humanos».
Reacciones encontradas al liderazgo de Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró su llamamiento a una moratoria de la minería en aguas profundas, calificándola como «una necesidad internacional», pero algunos conservacionistas argumentaron que Francia no era precisamente un ejemplo al respecto.
«Era el momento de Francia, pero en lugar de causar sensación, su impacto fue más bien una simple ola», afirmó Enric Sala, explorador residente de National Geographic y fundador de Pristine Seas.
«Oímos a muchos responsables políticos hablar de lo que hay que hacer, pero pocos dieron los pasos valientes necesarios para proteger el océano», añadió.
Sala elogió a los gobiernos que anunciaron nuevas áreas marinas totalmente protegidas, pero afirmó que la conferencia fue «rica en retórica, pero pobre en determinación».
Qué se puede esperar
El esperado «Plan de Acción de Niza para los Océanos», la declaración política final de la Unoc3, acompañada de compromisos voluntarios, no es vinculante, pero se espera que influya en las decisiones clave de la reunión de la ISA en julio y en las negociaciones del Tratado Global sobre los Plásticos en agosto.
Chunhua destacó que Corea del Sur y Chile se han mostrado dispuestos a acoger la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. «Queremos que el impulso positivo generado en Niza se amplifique aún más en la Unoc4», afirmó.
Al concluir la Unoc3, el espíritu del evento sigue siendo optimista, pero su legado dependerá de lo que suceda a continuación.
Como dijo Randles, de Greenpeace: «Esto no debe ser el final. Debe ser el verdadero comienzo»