El Gobierno tuvo conocimiento, en el último Consejo de Ministros, de la declaración de emergencia de las obras en el monasterio de Suso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja).
El proyecto, financiado con una inversión de más de cuatro millones y medio de euros con cargo al presupuesto del Ministerio de Cultura, prevé un plazo de ejecución de dos años y será llevado a cabo por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).
La propuesta de intervención ha sido declarada de emergencia debido a la actual inestabilidad estructural del edificio que, sumado a las persistentes filtraciones de agua, incrementadas por recientes lluvias torrenciales acaecidas en La Rioja, comprometen la integridad estructural del conjunto monástico, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1997, y considerado como la cuna de la lengua castellana.
Las obras se centrarán en un doble objetivo: por un lado, en la eliminación de los focos de humedad del edificio y la desviación de las aguas superficiales del entorno para conseguir unas condiciones ambientales interiores adecuadas; y por otro, en la consolidación estructural del edificio y del terreno sobre el que se asienta y adosa.
Con el propósito de proteger el edificio de las filtraciones de agua durante el transcurso de la obra, se instalará una sobrecubierta provisional que será retirada una vez quede garantizada la estanqueidad del conjunto.
Las obras implicarán la actuación sobre las cubiertas del conjunto y resto de elementos constructivos afectados por procesos patológicos, con especial atención a los movimientos estructurales activos presentes en las estructuras murarias, arcadas y soleras.
Dada la naturaleza del bien afectado, las actuaciones estarán fundamentadas en un profundo conocimiento del edificio, incluyéndose el desarrollo de ensayos diagnósticos no invasivos, monitorización de movimientos estructurales, investigaciones y seguimiento arqueológico, y caracterización de materiales, entre otros. Estos estudios se sumarán a los realizados por el IPCE hasta el momento: un levantamiento fotogramétrico del edificio y un estudio geofísico y geológico del entorno.
Monasterios de Suso y Yuso
El monasterio de Suso conserva el templo y las cuevas originales. Documentado desde el siglo VIII, aunque construido posiblemente en la segunda mitad del siglo VI como capilla rupestre en vida de San Millán (473-574), el monasterio sobrevivió a la dominación islámica y recibió importantes donaciones, especialmente de los reyes navarros. En 1067, el rey Sancho el Noble (1039-1076) consagró la nueva iglesia del Monasterio de Yuso, dejando Suso como lugar de devoción.
El conjunto monástico de San Millán de la Cogolla, formado por los monasterios de Suso y Yuso, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, y destaca por su impacto religioso y cultural en La Rioja y Navarra, y su vinculación con el origen de la vida monástica en España y la lengua castellana. Las glosas en castellano primitivo del siglo X son uno de los primeros testimonios del idioma.