Médicos Sin Fronteras (MSF) ha hecho pública una petición de asistencia, alojamiento y educación para unos cien menores no acompañados que permanecen en tiendas de campaña en las calles del distrito 11 de París y en la plaza Jules Ferry, con el único apoyo de asociaciones de la sociedad civil para su supervivencia y refugio.
Los adolescentes en este campo han presentado una apelación ante los jueces juveniles de Île-de-France para tratar de hacer valer sus derechos y ser puestos bajo el cuidado de los Servicios de Protección Infantil.
Señala MSF que «es hora de que las autoridades francesas asuman plenamente su obligación de garantizar la protección de los niños extranjeros solicitantes de asilo en lugar de eludirla y dejarla en manos de la sociedad civil».
Para la oenegé, «los menores no acompañados deben ser considerados niños en peligro y protegidos como tales, independientemente de su nacionalidad».
Según MSF «esta negligencia flagrante» del Gobierno de Francia ha persistido durante el invierno y a lo largo de la pandemia de COVID-19.