Cada mes de diciembre, las aulas de infantil y primaria se llenan de adornos, luces y colores. Sin embargo, estas acciones suelen reducirse a actividades mecánicas como recortar y colorear, sin profundizar en aptitudes como la solidaridad y la diversidad cultural.
¿Enseñamos navidad o simplemente a decorar la clase? La navidad puede ser mucho más que un conjunto de manualidades, es una oportunidad para educar en valores como la empatía, la diversidad y la generosidad.
La Navidad como intercambio cultural
Pocas veces se exploran en las aulas las distintas formas en que se celebra la Navidad. Concebir esta festividad como un intercambio cultural en vez de como una celebración homogénea cristiana, es clave para abrir las mentes de los estudiantes hacia una realidad global más inclusiva.
La investigación sobre otras tradiciones y/o compartir relatos de celebraciones familiares, promueven una comprensión más profunda y una apreciación distinta de la navidad. Tradiciones como Hanukkah, Kwanzaa o Diwali son ejemplos de festividades que ofrecen ricas lecciones sobre respeto y diversidad.
La festividad de Hanukkah se caracteriza por el encendido de un candelabro especial de nueve brazos, conocido como la menorá, para conmemorar la revuelta de los macabeos en el siglo segundo antes de Cristo, por la que el pueblo judío recuperó su independencia sobre los griegos y lograron reclamar el Templo de Jerusalén.
Kwanzaa es un festival cultural afroamericano que se celebra del 26 de diciembre al 1 de enero, en el que las familias se reúnen cada noche para encender una vela en la kinara, que representa a cada uno de los siete principios especiales: unidad, autodeterminación, trabajo en equipo, compartir, propósito, creatividad y fe.
Diwali se refiere al triunfo de la luz sobre la oscuridad, del saber sobre la ignorancia y del bien sobre el mal, y actualmente lo celebran más de mil millones de personas pertenecientes, al menos, a cuatro religiones distintas como el hinduismo, el sijismo, el jainismo y el budismo.
De este modo y de acuerdo con las directrices de la Unesco, se fortalecen los sistemas educativos teniendo en cuenta el carácter multicultural de la sociedad contribuyendo a su coexistencia.
El APS para enseñar solidaridad en Navidad
Más allá de la diversidad cultural, la Navidad es una oportunidad invaluable para enseñar solidaridad. Incorporar actividades solidarias en los centros escolares puede ayudar a los niños y niñas a desarrollar su empatía y su responsabilidad social.
El Aprendizaje Servicio o APS es una metodología que combina el aprendizaje académico con la participación en proyectos que benefician a la comunidad. En el contexto de la Navidad, puede transformarse en una herramienta poderosa para educar en valores.
La creación de adornos y tarjetas puede sustituirse por acciones significativas como recolectar juguetes o alimentos para familias necesitadas, escribir cartas a niños hospitalizados o visitar residencias de ancianos.
Experiencias de este tipo fortalecen la educación emocional y promueven un sentido de comunidad y ayuda mutua.
Organizaciones como Unicef invitan a participar a las escuelas en campañas navideñas, como «Regalo Azul», que colaboran en la transformación de las celebraciones en acciones de impacto real. Asimismo, Cruz Roja bajo su lema «Sus derechos en juego» recoge juguetes para garantizar que todos los niños y niñas reciban un regalo en navidad.
Los maestros y maestras tienen el poder de transformar estas festividades en experiencias de aprendizaje enriquecedoras, promoviendo un enfoque que va más allá de lo estético para centrarse en lo significativo.
La Navidad es tiempo para dar y compartir con quienes más lo necesitan, pero sobre todo, es una oportunidad para reflexionar sobre su verdadero significado y las diferentes formas de celebrarla en todo el mundo.
Educar en valores perdurará más allá de la temporada navideña.