El primer grafitero español tiene ya una placa conmemorativa en Madrid. En el barrio de Campamento, en donde empezó a hacer sus primeros grafitis, Juan Carlos Argüello, conocido por Muelle, tendrá su reconocimiento por parte del ayuntamiento de la capital.

En la fachada de la calle Carazo número 2, reza una leyenda que recuerda al grafitero fallecido en 1995, un artista que hoy hubiera cumplido 57 años de edad.

Su característica firma fue identificada por los madrileños a su paso por los muros, paredes y aquellos lugares en donde simplemente firmaba. No siempre había un grafiti detrás. Su manera de identificar y dejar su estela fue esa; y todos los chicos del barrio sabían que Muelle andaría cerca.

Madrid, durante los años ochenta y parte de los noventa decoró con ese paisaje insólito del grafiti parte de la capital, los muros de las carreteras aledañas y los accesos a la M30. Su inmortal firma queda también reconocida en la ciudad en la estación de Campamento y en el Metro de Madrid, así como en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad y en el Conde Duque en donde se conservan dos obras suyas.

En su barrio una plaza también le recuerda: Muelle.

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