Médicos Sin Fronteras (MSF) informa de que, ante la desesperada situación sanitaria en la Franja de Gaza, ha abierto un nuevo hospital de campaña en la localidad de Deir Al Balah.
Esta medida, tomada debido a la falta de alternativas para la población civil, es un intento de responder a las crecientes necesidades médicas en una región donde los servicios de salud se encuentran al borde del colapso.
La crisis se ha agravado por el bloqueo prolongado, los constantes enfrentamientos y la insuficiencia de recursos médicos, dejando a miles de personas sin acceso a cuidados esenciales.
Respuesta urgente a una crisis insostenible
La apertura de este hospital de campaña por parte de MSF se produce en un contexto de creciente emergencia humanitaria. La situación en Gaza, especialmente en áreas como Deir Al Balah, se ha vuelto insostenible para sus habitantes. La infraestructura sanitaria, ya debilitada por años de conflicto, ha sido sobrepasada por la cantidad de heridos y enfermos que requieren atención inmediata.
El hospital de campaña, instalado en tiempo récord, está equipado para brindar atención médica básica y quirúrgica. En estos momentos, su capacidad es limitada pero crucial, ya que ofrece los únicos servicios disponibles para una población que no tiene otra opción.
Según MSF, la falta de acceso a atención médica no solo amenaza la vida de los heridos en los recientes enfrentamientos, sino que también pone en riesgo a aquellos con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, y niños que requieren cuidados urgentes.
Condiciones críticas
El personal médico de MSF enfrenta enormes desafíos en este nuevo hospital de campaña. Los equipos trabajan en condiciones extremas, con un suministro limitado de medicamentos, equipos sanitarios y electricidad.
Además, la constante amenaza de violencia y los ataques aéreos cercanos complican aún más las operaciones.
La doctora Suzel Wiegart, quien coordina el equipo médico en el hospital de campaña, destaca que «el mayor desafío es la imprevisibilidad del entorno. Trabajamos sin descanso, pero cada día nos enfrentamos a nuevas dificultades logísticas y de seguridad».
El hospital está operando en una situación de sobrecarga desde su apertura, atendiendo a pacientes que no solo requieren cirugía de emergencia sino también tratamiento para enfermedades crónicas que no pueden ser gestionadas en otros lugares. Las unidades de cuidados intensivos están repletas, y el equipo médico se enfrenta al difícil dilema de priorizar entre pacientes con necesidades igualmente críticas.
Testimonios desde el terreno
Los testimonios de los médicos en el lugar ilustran la gravedad de la situación y el impacto que tiene en los pacientes y el personal sanitario.
La doctora Suzel Wiegart relata: «Ver la desesperación en los ojos de los pacientes es devastador. Estamos haciendo todo lo posible con los recursos que tenemos, pero la verdad es que estamos trabajando en el límite. Hay personas que llegan aquí después de días sin recibir ningún tipo de atención médica, y en muchos casos, es demasiado tarde».
Por su parte, el doctor Sohaib Safi, cirujano en el hospital de campaña, describe el esfuerzo colectivo del equipo para salvar vidas bajo presión extrema: «No hay palabras para describir lo que vivimos aquí. Estamos en una carrera contrarreloj cada día. Cada paciente que logramos estabilizar es una pequeña victoria, pero somos conscientes de que las necesidades superan con creces lo que podemos ofrecer».
Federica Iezzi, otra cirujana de MSF en el hospital, añade: «La situación es angustiante. Como cirujanos, nos preparamos para salvar vidas, pero aquí, nos enfrentamos a decisiones difíciles cada minuto. Hay casos en los que simplemente no tenemos los recursos para hacer lo que deberíamos, y eso es desgarrador. La falta de suministros esenciales como analgésicos y antibióticos es particularmente crítica. Sin embargo, la determinación del equipo es inquebrantable, y seguimos adelante porque sabemos que somos la única esperanza para muchos».
Llamada a la comunidad internacional
MSF insta a la comunidad internacional para que se intensifique la asistencia humanitaria y se permita el acceso sin restricciones a Gaza. La organización subraya que, sin una intervención inmediata, la crisis sanitaria en la región continuará deteriorándose, con consecuencias catastróficas para la población civil.
«Necesitamos más que nunca el apoyo de la comunidad internacional. No podemos hacer esto solos,« enfatiza Federica Iezzi: «Cada día que pasa sin acción significa más vidas perdidas, más sufrimiento innecesario. La gente de Gaza merece algo mejor, y es nuestra responsabilidad colectiva asegurarnos de que reciban la ayuda que necesitan».
El nuevo hospital de campaña de MSF en Deir Al Balah es un símbolo tanto de la resiliencia como de la desesperación de una población atrapada en una crisis prolongada.
Mientras los equipos de MSF trabajan sin descanso para proporcionar atención médica esencial, la necesidad de una solución a largo plazo se vuelve cada vez más urgente. Sin un alivio inmediato y significativo, las perspectivas para la población de Gaza seguirán siendo sombrías.
Este hospital no solo es un refugio para los heridos, sino también un testimonio de la desesperada necesidad de solidaridad y acción global en uno de los lugares más castigados del mundo.
