Josep Pàmies, un charlatán que difunde curas milagrosas gracias al MMS (Mineral Miracle Solution), acumula diversos expedientes en torno a atentados contra la salud pública.
El compuesto, que no es otra cosa que clorito de sodio, un producto químico similar a la lejía, no tiene propiedades terapéuticas y ahora lo vende como cura y desinfección contra la COVID-19.
La solución mineral milagrosa (MMS) está actualmente promovida también por la teoría negacionista de esta pandemia y aseguran que no solo la cura, sino que la previene, cosa que no es cierta.
Según informa a Servimedia el Servicio de Información Toxicológica (SIT), del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (Intcf), perteneciente al Ministerio de Justicia, puede provocar efectos secundarios, náuseas, insuficiencia hepática y edema pulmonar. Además, aseguran, no cura ni previene de nada.
Este individuo no solo no se esconde, sino que en diversas charlas y conferencias tiene varios seguidores que le apoyan a pesar de las denuncias que arrastra.
El Instituto de Toxicología informó de que, durante los meses de abril a julio de 2020, atendió veintiséis consultas telefónicas por consumo de MMS, lo que supone un incremento muy significativo de este tipo de intoxicaciones en España durante la pandemia. En 2019 sólo se registraron ocho consultas causadas por ingesta de este producto.
El MMS es un compuesto tóxico por inhalación, ingesta o contacto por la piel y mucosas por ser altamente irritante, señala el SIT. Además, advierte de «que en modo alguno está indicado para el consumo humano, ni para el tratamiento de ninguna enfermedad no existiendo ningún estudio científico que demuestre las propiedades curativas».
El producto, MMS®, que se vende a través de Internet, afirma tener propiedades antivirales y cura y remedia el cáncer o la hepatitis, entre otras enfermedades descritas. La eliminación de esta sustancia se produce a través de los riñones y se excreta lentamente, con lo cual, puede producir hemólisis e insuficiencia renal además de nefrotoxicidad.
Sin embargo, advierte el SIT, el MMS es una solución acuosa con una alta toxicidad que no está hecho para ser ingerido por las personas. En la misma línea, tanto la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) en España, como la Food and Drug Administration (FDA) en EEUU, han llamado también la atención sobre la peligrosidad de dicho producto.