La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó este lunes su preocupación por los continuos ataques indiscriminados en las áreas pobladas en la zona de conflicto de Nagorno-Karabaj y sus alrededores, recordó que los asaltos representan una violación del derecho internacional humanitario y advirtió que pueden constituir crímenes de guerra.

«El derecho internacional humanitario no puede ser más claro. Los ataques que violen el principio de distinción o el de proporcionalidad pueden constituir crímenes de guerra, y las partes en conflicto están obligadas a investigar de manera eficaz, rápida, exhaustiva e imparcial esas violaciones y a enjuiciar a sus presuntos autores», subrayó la Alta Comisionada en un comunicado.

Bachelet indicó que los ataques deben terminar de inmediato y que los responsables de efectuarlos u ordenarlos deben rendir cuentas.

Las partes no respetan a la población civil

Pese al acuerdo alcanzado el pasado viernes 30 de octubre 2020 por Armenia y Azerbaiyán de abstenerse de atacar deliberadamente a la población civil, durante el fin de semana se recibieron informes de ataques de artillería contra zonas pobladas.

Al ataque al mercado central de Stepanakert-Khankendi en Nagorno-Karabaj, hay que añadirle otro en la ciudad azerbaiyana de Tartar, situada a unos veinte kilómetros del frente, que fue alcanzada por ataques de artillería

Según el gobierno de Azerbaiyán, desde finales de septiembre habrían muerto al menos 91 civiles en las zonas bajo su control, mientras que el gobierno de Armenia informó de 45 civiles muertos en la zona de conflicto de Nagorno-Karabaj, y dos en Armenia.  A estas cifras, se le han de sumar varios centenares de heridos, entre ellas docenas de niños. La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no pudo verificar estas cifras de forma independiente.

El pasado 28 de octubre 2020 fue el día con mayor pérdida de vidas con 21 muertos y 70 heridos en la ciudad azerbaiyana de Barda, situada a unos treinta kilómetros de la zona de hostilidades.

Los cohetes usados para el ataque, presuntamente disparados por fuerzas armenias de Nagorno-Karabaj, contenían supuestamente municiones de racimo. El uso de este tipo de armamento en zonas pobladas sería contrario a los principios de derecho internacional humanitario que regulan la conducción de hostilidades.

«En vista de los informes sumamente preocupantes sobre el uso de municiones en racimo por ambas partes, exhorto una vez más a Armenia y Azerbaiyán a que dejen de utilizarlas y se unan a los más de cien Estados que han ratificado la Convención sobre Municiones en Racimo, que prohíbe ampliamente su uso», dijo la Alta Comisionada.

Crece el número de desplazados

Según fuentes gubernamentales de Azerbaiyán, los últimos enfrentamientos han provocado el desplazamiento temporal de unas cuarenta mil personas, y el ministro de Relaciones Exteriores de Armenia indicó que unas noventa mil personas de etnia armenia de Nagorno-Karabaj huyeron de las hostilidades y se encuentran actualmente en Armenia.

Bachelet también expresó su preocupación por los videos aparecidos en las redes sociales que parecen mostrar crímenes de guerra.

«Aunque en las redes sociales circulan muchas imágenes falsas, las investigaciones detalladas de los medios de comunicación sobre los vídeos que parecían mostrar a tropas azerbaiyanas ejecutando sumariamente a dos armenios capturados con uniformes militares revelaron informaciones convincentes y profundamente inquietantes», alertó.

La Alta Comisionada recordó que, según el derecho internacional humanitario, el asesinato deliberado de personas bajo protección supone «una grave violación de los Convenios de Ginebra y, por lo tanto, un crimen de guerra» y añadió que «sólo un tribunal competente puede determinar si se ha cometido un crimen de guerra en un caso concreto y dictaminar al respecto».

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