
El 15 de septiembre, México conmemora el inicio de su independencia del dominio español, evocando el «Grito de Dolores» lanzado por Miguel Hidalgo en 1810.
Este 2025 la efeméride adquiere un cariz singular: es el primer Grito encabezado por una mujer presidenta, Claudia Sheinbaum, quien sucede en el poder a Andrés Manuel López Obrador.
A la dimensión histórica y cívica se suman debates sobre la memoria colonial, la relación diplomática con España y el impulso de iniciativas culturales globales como Mondiacult 2025, que se celebra en Barcelona con participación destacada de México.
El Grito de 2025: Claudia Sheinbaum hace historia
Claudia Sheinbaum, primera presidenta de México, reconoció la emoción de protagonizar un momento que forma parte del ADN político y social del país. «Ayer ensayé, ya sentí la campana… es un acto muy importante, fundamental para la vida pública y de unión», declaró en la víspera de la ceremonia.
Aseguró que será «un privilegio» encabezar el primer Grito de una mandataria mexicana y adelantó que el Zócalo vivirá «un bailongo», en alusión al ambiente festivo.
La ceremonia del 15 de septiembre en Palacio Nacional y los desfiles del día 16 constituyen un ritual de cohesión cívica. En el centro de la Ciudad de México se congregan miles de personas, mientras que en las plazas de todo el país se repite la arenga que recuerda a Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Vicente Guerrero y demás héroes de la independencia.
Contexto histórico: del Grito de Dolores al Acta de 1821
El levantamiento de Miguel Hidalgo en Dolores (Guanajuato), la madrugada del 16 de septiembre de 1810, marcó el inicio de la guerra.
Hidalgo utilizó como estandarte la imagen de la Virgen de Guadalupe, convirtiéndola en símbolo unificador para indígenas y mestizos.
En Guadalajara, en diciembre de ese mismo año, promulgó el decreto de abolición de la esclavitud, con el que dotó de un contenido social y emancipador a la lucha.
Morelos y el ideario político
Tras la muerte de Hidalgo, José María Morelos asumió el liderazgo insurgente. En 1813 convocó el Congreso de Chilpancingo, donde se aprobó el documento «Sentimientos de la Nación» y el Acta Solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional.
Allí se esbozaron principios como la soberanía popular, la igualdad y la abolición de privilegios.
El Plan de Iguala y la consumación
En 1821, el pacto entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero cristalizó en el Plan de Iguala y la formación del Ejército Trigarante, que garantizaba independencia, religión y unión.
El 28 de septiembre de 1821 se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, declarando formalmente el fin del dominio español.
El reconocimiento español
España tardó quince años en reconocer oficialmente la independencia. No fue hasta el 28 de diciembre de 1836, mediante el Tratado de Santa María–Calatrava, cuando se normalizaron las relaciones diplomáticas y comerciales.
El embajador Quirino Ordaz en España: continuidad y comunidad
El embajador Quirino Ordaz Coppel, nombrado en 2022 por López Obrador y ratificado en agosto de 2025 por Sheinbaum, se ha consolidado como figura de continuidad en la relación bilateral. La presidenta destacó que «ha hecho un buen papel» y valoró su capacidad para mantener un canal de diálogo abierto en un momento sensible.
En septiembre de 2024, Ordaz encabezó en Madrid la ceremonia del Grito de Independencia ante cientos de connacionales y autoridades locales. En su discurso subrayó que la efeméride «mantiene unida a la comunidad mexicana en el exterior y refuerza el compromiso de estrechar los lazos culturales con España».
El embajador ha impulsado actividades culturales y comunitarias, como exposiciones sobre la Virgen de Guadalupe en el Museo del Prado y programas de promoción turística y gastronómica.
En 2025, su ratificación simboliza la intención de Sheinbaum de estabilizar la representación diplomática y apostar por una agenda bilateral pragmática.
Diplomacia actual: tensiones y puentes con España
En 2019, López Obrador envió una carta al rey Felipe VI solicitando un reconocimiento de los agravios cometidos durante la conquista. La falta de respuesta generó tensiones, que continuaron en 2024 cuando Sheinbaum decidió no invitar al monarca español a su toma de posesión.
El Gobierno de Pedro Sánchez calificó la exclusión como «inaceptable e inexplicable».
Sin embargo, en 2025 se han producido señales de distensión diplomática: el 21 de mayo se celebró en Madrid la III Subcomisión Política Permanente, con la participación de la secretaria de Estado española Susana Sumelzo y la subsecretaria mexicana María Teresa Mercado. En la reunión se reafirmó el compromiso con la democracia, el multilateralismo y el idioma común.
Mondiacult 2025: Barcelona, escenario de cooperación cultural
Del 29 de septiembre al 1 de octubre se celebra en Barcelona la tercera edición de la Conferencia Mundial de Políticas Culturales (Mondiacult), organizada por la UNESCO. Es la primera vez que la conferencia se celebra fuera de México, después de las ediciones de 1982 y 2022 en Ciudad de México.
Se espera la participación de 150 ministros de Cultura y la presentación del primer informe mundial sobre el estado de la cultura. Habrá también un Ágora Cívica abierto a la ciudadanía, donde se debatirán retos como la digitalización, la diversidad cultural y la sostenibilidad.
La presencia mexicana en Mondiacult 2025 subraya la continuidad de una agenda global iniciada en Ciudad de México en 2022 y permite que España y México compartan un espacio de protagonismo internacional. La cooperación cultural se convierte así en un puente simbólico que trasciende las tensiones diplomáticas.
Importancia social y cultural de la independencia
Más allá de la política, la independencia se celebra en todos los rincones de México con desfiles, música, gastronomía y tradiciones que refuerzan la identidad nacional. En el extranjero, las comunidades mexicanas reproducen estas fiestas, manteniendo un lazo emocional con su país de origen.
En 2025, los festejos son también un espacio de reivindicación: colectivos indígenas, organizaciones sociales y defensores de derechos humanos aprovechan la efeméride para reclamar justicia histórica, igualdad y reconocimiento cultural.
Se puede concluir que la conmemoración de la independencia de México en 2025 reúne historia, política y diplomacia. Por un lado, recuerda la gesta de Hidalgo, Morelos, Guerrero y Victoria, que llevó del Grito al Acta de 1821. Por otro, marca un hito presente: el primer Grito encabezado por una presidenta.
La ratificación del embajador Ordaz y la celebración de Mondiacult en Barcelona refuerzan la idea de que, pese a las tensiones, los puentes entre México y España siguen activos. La memoria histórica, lejos de ser un obstáculo, se convierte en oportunidad para construir un relato compartido que combine respeto, cooperación y visión de futuro.