Esta historia empieza en Salamanca, donde nació y creció Charo López, una buena actriz de cine en los años 1970 y 1980, y también una belleza muy especial, de esas que llenan la pantalla. En Salamanca también creció, años después, Chema de la Peña, hoy realizador del documental «Me cuesta hablar de mi», un recorrido bastante completo por la vida y el trabajo de Charo López, que empezó a fraguarse mucho antes cuando, siendo un niño, su madre le enseñaba el portal donde vivía la actriz que por entonces salía en la televisión protagonizando las primeras series importantes de la pequeña pantalla: «Los gozos y las sombras», «Fortunata y Jacinta», «Los pazos de Ulloa»…
«Me cuesta hablar de mi[1]» sitúa a Charo López dudando en primera persona sobre la conveniencia, o no, de prestarse a dejar que se cuente su vida para, en tercera persona y con la voz en off del actor Raúl Arévalo, contárnosla: desde su trabajo de profesora en un colegio madrileño y el inesperado comienzo como protagonista en «Diritambo», de Gonzalo Suárez –quien la «descubrió» cuando acompañaba en una entrevista a su pareja, el entonces periodista de «Triunfo» Jesús García Dueñas– hasta el repaso de los más de cincuenta años de cine, teatro y televisión que conforman una carrera profesional poco convencional, con altos y bajos, éxitos y frustraciones, de una mujer a la que le llevó un tiempo convencerse de que realmente quería ser una actriz.
Con retazos de entrevistas actuales y pasadas, fotografías personales y recuerdos de sus primeros años de vida y estudios de Filosofía en Salamanca, sus dos matrimonios, el segundo con el periodista argentino Carlos Gabetta, sus saltos de la grande a la pequeña pantalla y más tarde a los escenarios, y las opiniones de actores y directores con los que ha compartido momentos profesionales (y personales), Chema de la Peña («Amarás sobre todas las cosas», «23-F la película»), ha hecho un trabajo de realización respetuoso con la mujer y con el personaje.
Una vez decidida a exponerse en un documental, se puede decir que Charo López, una de las musas de las primeras generaciones de cineastas salidas de la inolvidable Escuela Oficial de Cinematografía, se aviene a hablar de todo, o de casi todo: del tiempo que pasa y que para las actrices es especialmente cruel, de la amistad, del amor, la soledad -«Estar sola es una desgracia, vivir sola un privilegio»-, la belleza… muy consciente de que su rostro ha sido un valor añadido, reconoce que, en su mundo, ayuda.
- «Me cuesta hablar de mi» se estrena el 3 de marzo de 2022