El Gobierno Municipal de Madrid ha tomado la decisión de eliminar las citas previas para la casi la totalidad de gestiones que se hacen en las las Oficinas de Atención al Cliente (OAC), salvo padrón e identificación para los funcionarios, y tributos para el personal externo, en el marco de un proceso de privatización del servicio que comenzó en octubre 2022 «con resultados desastrosos», informa CCOO, que afirma que el equipo de Gobierno que preside Martínez-Almeida está «tensando la cuerda aún más y llevando al límite a la plantilla, al servicio y a los ciudadanos».
Sostiene el sindicato que si desde el comienzo de la privatización, las colas, las aglomeraciones y la imposibilidad de conseguir cita marcaron el ritmo del servicio, con esta decisión los problemas se acrecientan, y que «no se puede prometer algo que no se puede cumplir».
Recuerdan que a primeros de 2023 «se publicitó a bombo y platillo que ya no es necesario pedir cita para ser atendido en las OAC, que en cuanto se ponga el pie en las oficinas cualquier persona va a ser atendida inmediatamente, como llevan haciendo desde abril con los mayores de 65 y ahora con el resto de la ciudadanía, generando unas expectativas no acordes a la realidad, porque acudir hoy en día a las oficinas de Línea Madrid supone arriesgarse a sufrir en alguna de las oficinas, tiempos de espera superiores a la hora y media».
Añade CCOO que «mientras la plantilla se encuentra trabajando a destajo en un ambiente realmente hostil y bronco con la ciudadanía, que sigue sin entender este deterioro de lo que antaño era un servicio muy valorado; los responsables del Gobierno Municipal no dejan de alardear de haber dado con la panacea y la solución a todos los problemas de Línea Madrid con la eliminación de la cita previa».
Y preguntan que si desde el inicio de la privatización en octubre, «con el despido de personal interino y la cobertura insuficiente de esos puestos con personal externo, ha disminuido la capacidad de atender la demanda de la ciudadanía, por qué se decide quitar la cita previa; ya que con menos plantilla y menos recursos, eliminar la cita previa puede ser un buen reclamo publicitario, pero perjudica y deteriora gravemente el servicio y la atención que recibe la ciudadanía de Madrid.
Concluyen que «seguramente la cercanía de las elecciones municipales haya precipitado una decisión tan absurda y perjudicial, pero parece que todo vale para conseguir votos, incluyendo poner en riesgo los servicios públicos que utilizan diariamente los madrileños y madrileñas, y las condiciones de trabajo de la plantilla municipal»
Afortunadamente, dice Gloria Cristino, secretaria general de la Sección Sindical de Áreas y Distritos en el Ayuntamiento de Madrid, la Corporación ha cancelado, tras un intento frustrado, la iniciativa de ceder la gestión de Cl@ve (una modalidad de identificación electrónica para acceder a los servicios electrónicos de las Administraciones Públicas) a la empresa que contrata el personal externo, ya que suponía jugar «con las garantías que para el ciudadano supone la fe pública, que está reservada a los únicos que pueden llevar este tipo de gestión, los empleados públicos».