La Ópera de occidente ha sido una de las manifestaciones artísticas que ha entendido el fenómeno de la globalización y de género de una manera natural y vanguardista.
Desde sus comienzos la ópera ha incorporado músicos, compositores, cantantes, directores de diversos países europeos, buscando la excelencia y compartiendo giras mundiales y escenarios diversos.
Fue más lento el proceso de la presencia femenina en el mundo operístico, pero hubo, sin duda, compositoras como Francisca Caccini en el siglo dieciséis, además, los personajes femeninos impusieron grandes voces femeninas, que abrieron nuevos rumbos a la mujer.
Hoy en día, compositoras, directoras artísticas, vestuaristas, escenógrafas, directoras de orquesta y directoras de teatro han ido imponiendo su calidad y talento, aunque aun hay disparidad en los cargos directivos, el empoderamiento de la mujer ha llegado a la lírica para quedarse.
La española Isamay Benavente, directora de Villamarta de Jerez; Anna María Meo, directora del Teatro Regio de Parma y presidenta de Ópera Europa en 2021; Annilese Miskimmon, directora artística de English National Ópera; o la directora de escena vasca Marta Eguilior, nos muestran la presencia femenina en la ópera, que desde sus comienzos ha sido inclusiva y global.
Ópera América es una asociación que reúne teatros y compañías en Estados Unidos y que desde 2018 ha implementado un programa que alienta a las mujeres en su formación profesional para dirigir compañías de ópera, otro tanto hace The Linda and Mitch Hart Institute for Women Conductors, promoviendo a directoras de orquestas.
La mujer ha encontrado en la lírica un mundo apropiado al desarrollo de sus habilidades y con estudio y capacitación es posible la realización profesional a nivel internacional.
Talento, estudio y capacitación es lo que le sobra a la nueva directora de Florida Gran Ópera- FGO, María Todaro, dada su vasta formación y su experiencia en las lides líricas.
Por eso quise conocerla. Cindy Sandler, la jefa de prensa, me recibió en la sede de la Ópera, en Miami, me hizo un recorrido por las instalaciones de la ópera: la sala de ensayo, los talleres de vestuario y zapatería, los probadores, el taller de decorados y escenografía y finalmente, me presentó a la nueva directora de FGO, la bella y simpática María Todaro.
María Todaro: Sin duda, para dirigir tienes que estar preparada. Yo tuve el privilegio de nacer con la música, el mundo musical lo viví desde que era un bebe. Mi madre es la mezzosoprano brasileira Helena de Oliveira y mi padre de origen italiano, José Todaro, fue cantante de ópera. En mi casa se respiraba música y bel canto. Fue una infancia rodeada de amor y en un ambiente musical, por eso aprendí de manera natural, porque todo era música para mí. Comencé con el piano forte, luego el piano y llegué a tener un máster con solo dieciséis años. Yo no podía cantar todavía porque la voz no estaba formada. Por lo tanto, con el canto empecé más tarde. Después estudié dirección de orquesta y tuve otro máster. Esperé a tener más formada mi voz para hacer mis estudios formales de canto. Continúe con los estudios de Dirección de Orquesta. Mi padre, veía mi vocación y mis actitudes, pero él mismo sabía que esta profesión es muy difícil y entonces decidí estudiar Leyes, cuatro años y luego seguí estudios de Ciencias Políticas.
Adriana Bianco: Políglota y con varias carreras: dirección de orquesta, piano, Leyes, Ciencia Políticas, eres una «mujer orquesta realmente», sabes muchas cosas.
MT: Sí, me gusta aprender, pero mi primer amor es el canto. Empecé mi profesión de cantante a los veintiuno años, primero como soprano y luego he cambiado a mezzo soprano, hice una buena carrera de mezzo.
Me invitaron a hacer producción musical en Francia, fue una experiencia muy interesante y profesional. Con toda esa vivencia organicé, hace quince años, el Festival Internacional del Valle del Hudson, que ya es famoso, y presenta cantantes de ópera internacionales. Trabajando, me di cuenta de que era muy difícil ser la directora del Festival y continuar con mi carrera de canto. Por eso me dediqué a la dirección.
AB: Dos labores muy absorbentes y que exigen mucho. Tienes una amplia experiencia como regisseur. ¡Cuéntame!
MT: Antes del Festival, me ofrecieron hacer la dirección operística en un teatro lírico. He dirigido veintitrés producciones para compañías como la Ópera de Minnesota, la Ópera de Atlanta, y el Teatro de la Ópera de Hawai. Además, he montado dieciséis producciones originales. Ahora, mi prioridad será la Gran Ópera de Florida, exige un gran reto y mucha responsabilidad.
AB: Crees que se está perdiendo el interés por la Ópera, es un espectáculo caro, que el público debe comprender. Por otra parte, hay mucha competencia de música comercial. ¿Se está perdiendo el amor a la Ópera?
MT: Yo creo que ese amor ha crecido. Tal vez, más en América que en Europa, pero en ambos lugares la juventud gusta de la Ópera. Es verdad que hay mucha música y cantantes populares con giras internacionales, pero la Ópera es algo especial. No se puede comparar, es una experiencia única. La gente joven se entusiasma.
Mira, años atrás hicimos innovaciones con la Ópera Digital y los Estados Unidos es el país con mayor número de compositores operísticos. Hay muchos compositores de Ópera en la actualidad, hay un temperamento americano operístico, hay un estilo particular y mucha creatividad. La ópera necesita de los jóvenes, de sus talentos y renovación. Es un género que ofrece un sin fin de posibilidades…
AB: Es verdad. La ópera reúne el bel canto, la música, la escenografía, la danza, el coro, el tema que puede ser diverso: amor, celos, momentos históricos, como Aida. La ópera abarca diferentes rubros y ofrece múltiples posibilidades.
MT: La ópera se renueva, está en permanente cambio.
AB: ¿Justamente, dime cómo consideras óperas antiguas recreadas en los tiempos modernos, se abandona la puesta arqueológica y se transporta la historia a la actualidad?
MT: Me gusta que me preguntes esto. Cuando en el pasado se escribía el libreto y la música para una ópera, tanto el compositor como el libretista pensaban en crear «emoción» en el público. Esta «emoción» que es universal y eterna puede ser recreada en la actualidad.
Hay que preguntarse: cómo puede provocarse esa emoción ahora, en la actualidad. El tema es universal pero como lo llevo al público actual para que se emocione. Cuál es el ángulo que debo poner en relevancia para que el público reaccione. Una buena puesta escénica puede hacer esa transportación del pasado al presente, actualizar el tema y tocar las emociones del público, que el público sienta esa ópera del pasado, próxima a su realidad.
AB: En general, los temas de la ópera son los temas universales: el amor, los celos, la pasión, el sentido patrio, la traición…
MT: Si, por eso se pueden traer a nuestra época, a la actualidad. Tampoco es necesario mostrarlo con decorados y ropas contemporáneas, a veces si, otras no, puede ser una puesta neutral, pero con una interpretación muy moderna, o bien remitirnos a un hecho actual con el movimiento escénico también actual. Lo importante es motivar al público.
AB: Por lo que he conversado con directores y cantantes, la ópera actualmente exige mucho más a los cantantes y a los músicos.
MT: Si, el cantante está mucho más exigido, debe saber actuar, conocer las épocas, autores, tener buena figura, moverse en el escenario, no es solo pararse y cantar. Hay muchas más exigencias en el espectáculo operístico: los ensayos, los horarios, las grabaciones filmadas. Por otra parte, el público desea ver novedades, nuevas propuestas, pero eso hace que crezca la creatividad y por eso la ópera siga viva.
AB: Hablemos de la Gran Ópera de Florida. En el sur de Florida: en Miami, Broward, Palm Beach, hay una comunidad hispana importante, estás pensando en los elencos con voces latinas, o bien traer óperas latinoamericanas.
MT: Claro que sí. Debemos atender a nuestro público, sus gustos y ofrecer variedad. En el equipo de la ópera hay muchas personas que hablan español. Por eso tenemos que ser inclusivos y diversos. Es importante atraer a los latinos y poner en relevancia el espíritu latino.
Estoy pensando en el repertorio operístico, traer óperas como Bomarzo o Beatriz Cenci de Alberto Ginastera, también hay óperas mexicanas muy interesantes, acercar además a los compositores hispanos que viven aquí, en Estados Unidos. Ya hay varios cantantes, directores, escenógrafos hispanos en los elencos.
AB: ¿Y piensan mantener la Zarzuela?
MT: Sí, claro. Estamos estudiando, porque la Zarzuela es un género con sus características propias. Aún no sabemos el repertorio, pero vamos a continuar ofreciendo zarzuela. Hay mucho que estudiar en la programación y en la percepción del público, su reacción y entusiasmo, es algo en lo que pensamos, por la comunidad que nos rodea a la cual debemos cautivar.
Es muy importante darle un abrazo a la cultura latina, aquí, en Miami. Tenemos que ser inclusivos, considerar también lo español, lo europeo, porque tenemos un publico muy internacional.
Hay mucho trabajo que hacer, y tenemos que hacerlo bien, profesional, la calidad primero. Tenemos, como ejemplo, el Teatro Real de Madrid, el Teatro Colón de Buenos Aires, que tienen temporadas de gran nivel.
Actualmente se trabaja de manera mixta, a veces se montan producciones locales, otras se traen puestas hechas en otros teatros, el mundo de la ópera es internacional y esta globalizado desde hace mucho tiempo.
AB: ¿Cual consideras que es el futuro de la Ópera?
MT: Creo que es maravilloso, con tantas y variadas posibilidades, hay una gran dinámica y creatividad mundial con respecto a la Ópera. En cuanto a la Gran Ópera de Florida, ya tiene un pasado, una tradición, fue fundada por un italiano, Arturo Di Filippi, en 1941 y lleva 82 años ininterrumpidos y en ascenso, hay que considerar esa tradición y ver el futuro que está abierto y es grandísimo.
El sur de Florida es un punto de confluencia de continentes, tiene una geografía especial con mar y sol, lo cual hace a la región muy atractiva para el turismo.
Pero no solo tenemos playas, tenemos muchas actividades culturales: la Feria del Libro, los Festivales internacionales de Cine de Miami y Fort Lauderdale, el ballet, el teatro, los conciertos, Miami Internacional Sinfónica Orquesta-MISO, la Sinfónica del Nuevo Mundo, por lo tanto, la Gran Ópera de Florida está en el lugar exacto para proyectarse al futuro, mirando a Europa, a Latinoamérica y a América.
Nos despedimos, celebrando la apertura de la temporada con «I pagliacci» y que, Miami, ¡bien vale un viaje para disfrutar de la temporada de la Gran Ópera de Florida!