En el marco del Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo, diversos colectivos sociales se reunieron en el embalse de Bolarque para expresar su firme oposición a los trasvases de agua, en particular al Trasvase Tajo-Segura.
Bajo el lema «Queremos ríos vivos con agua para vida», la manifestación, organizada por la Plataforma por los ríos de Madrid y el río Tajo, destacó la nula sostenibilidad ambiental, económica y social de este tipo de infraestructuras hidráulicas.
Los manifestantes desplegaron una gran pancarta sobre los tubos del trasvase en el embalse, simbolizando su rechazo a la política de trasvases que, afirman, agrava los problemas de gestión del agua en lugar de solucionarlos.
Critican que la infraestructura del Trasvase Tajo-Segura se construyó bajo premisas equivocadas, como la supuesta existencia de agua excedentaria en la cabecera del Tajo y un beneficio agrícola en el Levante que justificaría la inversión.
El colectivo argumenta que, desde su puesta en funcionamiento, la realidad ha desmentido estas expectativas, destacando una reducción del cincuenta por ciento en las aportaciones en cabecera y un promedio de trasvase de 340 hm3 anuales, cifra significativamente menor a la proyectada inicialmente.
Además, señalan las graves consecuencias ambientales en la cuenca del Tajo, como la reducción del caudal y la contaminación, que han afectado negativamente la calidad de vida y el entorno natural.
En contraste, sostienen los ecologistas, en la cuenca del Segura, «la simple expectativa de existencia de agua venida por el trasvase produjo en sus administraciones y en sus industrias agrarias e inmobiliarias la desaforada apuesta por cubrir riegos muy por encima de lo posible, basando sus índices de crecimiento en una materia prima de la que no disponían y apelando a un manido sentido de la solidaridad por el que reciben exenciones, subvenciones y otras prebendas con las que ni siquiera sufragan los costes, como posteriormente se ha conocido en un estudio del grupo de investigación del Tajo de la UCLM».
En consecuencia, este Día Mundial del Agua de 2024, la Plataforma por los ríos de Madrid y el río Tajo, de la que forman parte la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, la Asamblea por la defensa del Tajo en Aranjuez y Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid. apela a un cambio de modelo en la gestión del agua, promoviendo la adaptación de la agricultura a los recursos hídricos disponibles y la cooperación para restaurar la salud de ríos, humedales y lagunas.
El mensaje de esta manifestación subraya la necesidad de una nueva visión que abogue por la paz y la sostenibilidad en la gestión del agua, dejando atrás las «guerras del agua» para abrir paso a un futuro de colaboración y respeto por los recursos naturales.
