Promocionada como «comedia romántica para jóvenes adultos», «Maravilloso desastre» (Beautiful Disaster), es una inverosímil historia tonta de universitarios que llevan dobles vidas –ella es jugadora de póker, él participa en combates clandestinos- aunque, eso sí, ambos lo hacen para pagarse los estudios. Sería conveniente advertir –por si alguien tuviera la tentación- de que esto no es América, ni tampoco Jauja, y la Universidad es algo más serio que lo que nos cuentan en esta película.
Una conocida veinteañera que asistió al preestreno en Madrid –un montaje hollywoodiense en plena Plaza del Callao, con mucho teléfono móvil fotografiando a unos ídolos de nuevo cuño que se parecen como gotas de agua a otros muchos- me resumió la película diciendo: «Es entretenida».
Puede que el hecho de que yo no tenga veinte años, sino muchos más, y que los protagonistas me resulten totalmente desconocidos, sean la causa de que esta película no me haya entretenido lo más mínimo, me haya parecido entre intrascendente y absurda y, en todo caso, prescindible.
Basada en un libro de éxito de una tal Jamie McGuire, «Maravilloso desastre[1]» está dirigida por Roger Kumble («After: Almas perdidas», «La cosa más dulce», «Cueles intenciones») y protagonizada por dos «estrellas» de nuevo cuño: Dylan Sprouse («Diario de un adicto al sexo», «Turandot», fue niño actor de la factoría Disney, tiene un hermano gemelo llamado Cole, también actor, y medio cuerpo tatuado) y Virginia Gardner («Halloween», «Fall», «Project Almanac»)
Travis Maddox es un estudiante que va en moto y participa en sesiones clandestinas de boxeo, donde gana con las apuestas. Aunque la promoción dice que durante el día es un estudiante ejemplar, en ningún momento le vemos asistir a una clase o mirar un libro. Abby Abernathy está en su primer año de universidad, apenas un par de escenas en la biblioteca –donde también comparte una sopa con otro estudiante- y poco más. Tienen amigos comunes, así que era inevitable que se conocieran.
Para darle emoción a la historia, Travis y Abby hacen una apuesta: si él pierde la siguiente pelea estará un mes sin practicar sexo; si la gana, Abby tendrá que vivir el mismo tiempo en el apartamento del chico. Naturalmente gana y Abby se traslada, comparte la única cama existente con Travis, descubre un cajón de la mesilla lleno de preservativos, y duermen dándose la espalda.
En el último momento aparece el padre de Abby, quien resulta ser un jugador lleno de deudas, que la chica va a saldar cambiando sus vaqueros y camisetas por un espantoso vestido de cabaretera de hace cincuenta años. Falta decir que, sin saber bien como, Travis y Abby se enamoran, se dan la vuelta en la cama y la película acaba con besos y abrazos.
- «Maravilloso desastre» se estrena en Madrid el viernes 14 de abril de 2023.