La escritora Mariela Palacios, una exprostituta rehabilitada, decide investigar la muerte de Eugenio Valdeluna, un librero de Sevilla torturado y asesinado, cuyo cadáver apareció una mañana a las puertas de la parroquia de San Vicente. Lo que sorprendió a quienes lo conocían fue que la autopsia revelara que en realidad Eugenio era una mujer.
Fue sobre todo esta circunstancia la que decidió a Mariela a escribir una narración basada en la biografía de este misterioso personaje, un librepensador de origen inglés, culto y liberal, que presidía una tertulia de amigos interesados por la literatura y la política.
Manuel Bobis Reinoso, sicólogo de profesión y escritor prolífico, elabora en «Ángeles de piedra», primera parte de su trilogía «El mono loco, estúpido y malvado» (Amazon), una novela en la que utiliza como hilo conductor los testimonios que Mariela va recogiendo e hilvanando de las personas que trataron o conocieron a Eugenio Valdeluna, incluyendo las mujeres con las que convivió y los amigos más íntimos del librero asesinado, algunos de los cuales se manifestaron conocedores del secreto de su verdadero sexo.
Esta técnica proporciona al lector el conocimiento de una variada serie de personajes que van desfilando ante la mirada entre curiosa y atónita de la escritora. Como complemento Bobis añade las cartas cruzadas por Eugenio Valdeluna con un amor de juventud cuyo fracaso condicionó su vida y su futuro.
Al mismo tiempo, en paralelo, se narra la vida de la escritora protagonista, su trayectoria vital desde sus orígenes muy pobres hasta su matrimonio con un policía, su amor por los libros y su dedicación a la literatura, hasta el sorprendente desenlace que da un giro inesperado a la historia.
La acción transcurre durante los primeros años del siglo veinte y llega hasta el estallido de la guerra civil española. Bobis utiliza como títulos de cada capítulo los de grandes obras literarias que trata de identificar con más o menos fortuna con el contenido de cada uno de ellos, un detalle que demuestra sus conocimientos literarios y la amplia dedicación lectora del autor.
La segunda novela de la trilogía, «Enredados en el tango de Caín», es una narración que continúa la historia de Mariela a través de su hermana Antonia, que quiere vengar su muerte y reivindicar su memoria dando a conocer un manuscrito inédito de la escritora.
Asesinatos en serie, investigaciones policiales, persecuciones al límite, se encadenan en una narración que alterna los testimonios de Antonia con el de su pareja, un policía exfranquista con el que protagoniza una intensa historia de amor.
Pero esta es la excusa para hacer un retrato de los años más duros de la España de la posguerra, una crítica a la represión del sistema político fascista y la denuncia de las fosas en las que fueron enterradas miles de víctimas del franquismo.
Utilizando un episodio de la represión que siguió a la guerra civil, la pena de un condenado por la falsa acusación de un falangista, en la tercera parte de la trilogía, «La muerte desde el cielo», Bobis elabora una narración que ya no es continuación de las dos anteriores, pues se centra en personajes ajenos a la trama inicial que ocupa las dos primeras partes, aunque también se ocupa de la represión y de las condiciones de vida en la España posterior a la guerra civil.
Si en la primera había reminiscencias literarias y cinematográficas del neorrealismo y en la segunda elementos emocionales que la aproximan al thriller, la tercera novela de la trilogía es un melodrama sicológico en el que la crítica a la sociedad de la posguerra se incrusta en la historia de una de las hijas de aquella víctima inocente de la represión franquista. Aquí la denuncia se explicita también en problemas de actualidad como los abusos sexuales y la desigualdad, con un desenlace que, aunque con giros sorprendentes, es altamente previsible.
Si en la primera parte los títulos de los capítulos eran de obras literarias identificadas con los contenidos, aquí son los de películas de la época en la que transcurre la acción los que tratan de determinarlos.
Manuel Bobis muestra a lo largo de la trilogía sus conocimientos sobre la ciudad de Sevilla, los ambientes y las clases sociales de la época, y ofrece una muestra sociológica muy detallada del periodo histórico en el que sitúa la narración, un trabajo en el que se advierte una minuciosa documentación en libros y hemerotecas.
Al mismo tiempo la trilogía es una reivindicación de derechos que no llegaron a conquistarse hasta bien entrado el segundo milenio, como los del movimiento LGTBI, la denuncia de las condiciones a las que este colectivo estuvo sometido durante largos años en la primera parte de la trilogía; la reivindicación de la exhumación de las fosas de los crímenes franquistas en la segunda, y la denuncia de la pederastia y de los abusos sexuales de miembros la Iglesia católica en la tercera.