Macron desafía el mandato electoral y da poder a la derecha conservadora en Francia

La reciente decisión del presidente francés Emmanuel Macron de nombrar a Michel Barnier, representante de la derecha conservadora, como primer ministro, ha provocado una crisis en la democracia francesa que analiza Adrienne Woltersdorf[1] desde París.

A pesar de la victoria del bloque de izquierdas en las elecciones parlamentarias, Macron ha ignorado la voluntad popular para aliarse con sectores conservadores y de extrema derecha, en un intento de proteger su agenda neoliberal.

Esta sorprendente movida política ha permitido que la derecha conservadora, representada por el partido Les Républicains, ocupe una posición clave en el gobierno, a pesar de haber obtenido solo 41 escaños en las elecciones.

La situación se agrava debido a la necesidad de Michel Barnier de contar con el apoyo del Rassemblement National de Marine Le Pen para garantizar la estabilidad de su gobierno, lo que le otorga un poder de veto significativo a la extrema derecha.

Macron ha maniobrado estratégicamente para evitar que el bloque de izquierdas, encabezado por Lucie Castets, tome el control del gobierno. Este bloque había prometido revertir algunas de las reformas neoliberales de Macron, especialmente en temas como las pensiones y los gastos sociales.

En lugar de respetar este mandato popular, Macron ha optado por una alianza que profundiza la crisis política del país.

La izquierda, que posee la mayoría relativa en la Asamblea Nacional con 192 escaños, ya ha anunciado su intención de presentar una moción de censura contra Barnier. Sin embargo, con el Rassemblement National sosteniendo el equilibrio del poder, el futuro de la política francesa está en manos de la extrema derecha.

Para leer el análisis completo de Adrienne Woltersdorf sobre esta crisis política, visita el artículo original en IPG Journal.

Adrienne Woltersdorf dirige la oficina de la Fundación Friedrich Ebert en París. Fue jefa del departamento de comunicaciones de FES y de la Oficina de Cooperación Regional en Asia con sede en Singapur, así como de la oficina de FES en Afganistán. Anteriormente trabajó para el TAZ desde Washington y Berlín durante ocho años .

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