Los vecinos del barrio Casa de Campo, en el distrito de Moncloa-Aravaca, están intensificando su lucha por el soterramiento de la M-30, una batalla que llevan dando durante dos décadas para proteger su salud y bienestar. Este sábado 20 de abril 2024, la Asociación Vecinal Manzanares-Casa de Campo ha convocado una manifestación que promete marcar un antes y un después en su ofensiva legal y social.

La manifestación, que se iniciará en la calle Santa Fe esquina Ribera del Manzanares hasta San Pol de Mar, busca visibilizar el grave impacto ambiental y de salud que sufre el barrio debido a la cercanía con la M-30, cuyo tráfico de tres carriles por sentido pasa a tan solo 88 centímetros de algunas viviendas. Este problema se agrava por las deficientes condiciones de accesibilidad y seguridad, la estrechez de las aceras, destacando la falta de pasos adecuados para sillas de ruedas y el acceso restringido para ambulancias, según explica Alberto Colomo, presidente de la Asociación.

Además de la movilización, los vecinos han presentado una denuncia ante los tribunales contra el Ayuntamiento de Madrid por dejación de funciones, acusándolo de ignorar las graves repercusiones que la contaminación acústica y atmosférica tiene sobre las más de cinco mil personas del barrio. La Asociación también ha llevado su caso ante el Defensor del Pueblo y planea acudir a la Comisión y el Parlamento Europeo buscando presión internacional para que el Ayuntamiento reconsidere la situación.

Las mediciones de ruido en el área confirman que se superan todos los niveles permisibles, exacerbando los problemas de salud pública. Los vecinos comparan su situación con otros proyectos de infraestructura en Madrid, como Madrid Río y la A5 en Campamento, donde se ha logrado el soterramiento de tramos similares.

El deterioro de la infraestructura peatonal, como la anulación de la principal pasarela que conectaba el barrio con el parque Casa de Campo, ha incrementado el aislamiento y la frustración entre los residentes. La lucha de la Asociación Vecinal Manzanares-Casa de Campo refleja un esfuerzo continuo por recuperar la calidad de vida y el derecho a un entorno saludable y seguro, principios que se han visto gravemente comprometidos en esta parte de la capital española.

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