Una de las cuestiones que más preocupa en general a hombres y mujeres es la tripa. Cuando se empieza a acumular grasa en la zona de la barriga y con los años cuesta más y más eliminarla de forma natural con tediosas dietas e insoportables rutinas de ejercicio, la solución está, para muchas personas, sobre todo cuando el efecto es muy antiestético, es someterse a una operación estética.

Hemos preguntado a la especialista en cirugía estética Teresa Bernabéu de Alicante quien nos ha contado cuál es la diferencia entre ambas intervenciones y quienes son los pacientes más recurrentes para cada una de ellas.

En primer lugar, la abdominoplastia es una operación muy demandada por chicas y chicos de veinte años hasta los cincuenta o sesenta años; pero, sobre todo, por mujeres cuya piel del abdomen se ha soltado a consecuencia de embarazos o indistintamente por hombres o mujeres que han perdido mucho peso de forma muy rápida.

Se trata de una operación de cirugía estética que reconstruye o remodela completamente la parte del abdomen, eliminando la piel sobrante y reafirmando la pared muscular.

Se consigue con pequeñas incisiones en la zona del bajo vientre a través de las cuales se extrae el exceso de grasa. Una vez hecho, se tensa la musculatura, se elimina el sobrante de piel y se cierra sin dejar cicatrices visibles ni marcas. El vientre queda completamente plano y tonificado.

Por otra parte tenemos la liposucción. Un procedimiento más clásico y que tal vez sea más recordado por las generaciones más adultas debido a que se puso muy de moda en los años noventa en los entornos de ricos y famosos; cuando este tipo de operaciones eran prohibitivas o, por así decirlo, exclusivas de las clases más pudientes. Hoy esto ya no es así.

La liposucción se centra en cúmulos concretos de grasa localizados en el cuerpo que son absorbidos, respetando al resto de tejidos, por una máquina de vacío que, por así decirlo, se traga la grasa sobrante de una zona concreta del cuerpo donde se ha acumulado en exceso.

La diferencia entre ambas intervenciones es la especificidad. La liposucción moldea la figura del paciente mediante un procedimiento de extracción del sobrante más general; la abdominoplastia, en cambio, es una intervención mucho más específica que aplica técnicas quirúrgicas enfocadas a reconstruir la zona del vientre de forma concreta. Esto incluye vientre, exceso de grasa, pliegues de la piel sobrante y musculatura del abdomen. La liposucción solo extrae la grasa.

Otra diferencia es el tiempo de recuperación. La liposucción se considera una intervención invasiva y, por tanto, va a requerir de un tiempo de reposo de entre 30 a 45 días para la completa restauración. La abdominoplastia, en cambio, es más superficial y solo comporta entre 10 y 15 días para recuperarse.

Para concluir, es importante señalar que ninguna de estas dos intervenciones sustituye a una dieta concreta para perder peso o al ejercicio enfocado a quemar grasa o perder peso. De hecho, lo más recomendable es poner en marcha estas medidas antes de someterse a ninguna operación de estética y no hacerlo como un sustituto.

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