La primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia este 12 de junio 2022 aportan dos resultados importantes, una mala y una buena noticia. Una fuerte abstención del 52 por ciento del cuerpo electoral y un éxito histórico de la NUPES, recién formada coalición de izquierdas, que con 26’20 por ciento de votos se sitúa como primera fuerza política en el país, contra 25’80 por ciento para la coalición macronista «Ensemble».
El presidente Macron, reelegido en mayo con el «voto útil» del electorado anti extrema derecha, no logra obtener en esta primera vuelta una mayoría parlamentaria, y se ve seriamente amenazado por el progreso fulminante de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), en torno al liderazgo de Jean Luc Melenchon, y de su programa. Cabe señalar también un progreso del voto de la extrema derecha en esta primera ronda.
Contrariamente a los comentarios tendenciosos de los grandes medios informativos y de los institutos de opinión, nada está jugado de antemano en esta primera vuelta. Las proyecciones en número de escaños y de supuestas intenciones de voto no significan absolutamente nada, pues son numerosos los candidatos en balotaje.
Los candidatos de la NUPES se han calificado en más de quinientas circunscripciones para la segunda vuelta, en duelos sea con la derecha macronista o con la extrema derecha.
El domingo 19 de junio se juega en cierta manera en Francia la tercera vuelta de la elección presidencial: La izquierda de la Nueva Unión Popular contra Macron, y todo dependerá de la capacidad de la izquierda para movilizar a los abstencionistas. En cuanto a las intenciones de voto y trasvase de votos de un electorado a otro, todas las elucubraciones son posibles, pero ningún partido es propietario de su electorado, a menudo muy volátil.
Como han dicho en sus declaraciones esta noche Jean Luc Melenchon, y los combativos candidatos de la NUPES, el domingo próximo lo que se juega en Francia es proyecto contra proyecto. Proseguir el proyecto neoliberal de Macron, destructor de los servicios públicos, generador de desigualdad social y de caos ecológico, o dar una mayoría legislativa a la NUPES para aplicar su programa de urgencia social y ecológica y de reparto de riquezas.
Los perros guardianes de la monarquía presidencial en los grandes medios informativos continúan su campaña de calumnias contra la NUPES, mostrando no solo su mala fe, sino su ignorancia cultural y política al calificarlo de extrema izquierda. Se trata simplemente de un programa keynesiano de reducción de la desigualdad social y de transición ecológica, en ruptura con el neoliberalismo, que ha recibido el apoyo de 170 reputados economistas en Francia.
Si la juventud se moviliza y acude a las urnas el próximo domingo 19 de junio, todo es posible, pero nada está ganado de antemano.